Desde Roma

Hacía varios años que no se escuchaba el nivel de insultos que hoy se oyeron en el Senado italiano. Mientras el primer ministro, Mario Monti, estaba presentando los resultados de la reunión de los países de la Unión Europea, realizada en Bruselas recientemente, los exponentes de la Liga Norte, el racista, discriminatorio y secesioncita partido aliado de Silvio Berlusconi, decidió, a los gritos y levantando carteles, manifestar su desacuerdo con el gobierno y con su plan de ajustes.

Pero la cosa, que podía haber pasado casi por una manifestación tranquila y hasta normal si se hubieran limitado a levantar los carteles de “Basta impuestos” y “El plan Monti es un robo” que ostentaban, pasó a mayores cuando el senador Enrico Montani le dirigió un reverendo insulto al presidente del Senado Renato Schifani, que pedía orden y silencio. “Andate a cagar, payaso”, le dijo a toda voz. En este magnífico salón todo forrado en terciopelo rojo y que algunos llaman “la bombonera” –poco tiene que ver, dicho sea de paso, con la Bombonera de Boca aunque los hinchas disparen los mismos insultos que los senadores–, se oyen hasta los cuchicheos, hasta los secretos que no quisieran ser escuchados, incluso dichos del lado opuesto del aula. Pero hasta ahora, dicen los que frecuentan el ambiente del Senado, los insultos habían sido evitados al presidente de la Cámara alta. Por eso Schifani se sintió especialmente afectado y decidió no sólo suspender la sesión, sino también sancionar a Montani por sus “pesadas injurias”, aunque no queda muy claro cómo.

No se recuerda una sesión como ésta desde 2008, en ocasión de la caída del gobierno de Romano Prodi, cuando se desató una disputa entre senadores del mismo partido que llegó no sólo al nivel de las palabras, sino también de las escupidas en la cara. El senador afectado estalló en lágrimas y terminó desmayado. Pero la escena no concluyó ahí porque luego de la lectura de los votos, que obligaba a la renuncia de Prodi al perder la mayoría parlamentaria, un senador de la derechista Alianza Nacional destapó una botella de espumante y sacó una feta de mortadela que se comió lentamente a la vista de todos y de las cámaras de televisión que difundieron esas imágenes por medio mundo. La mortadela hacía alusión clara a Prodi, originario de Bolonia, patria de la mortadela.

A decir verdad, Schifani hoy la sacó barata porque en otra ocasión, durante una sesión de 2006, un senador sacó el libraco que contiene el reglamento del Senado y se lo tiró en la cara al entonces presidente de la Cámara alta, Franco Marini.

Entre los senadores revoltosos de la Liga Norte se encontraba hoy el ya famoso por otros insultos y actitudes discriminatorias Roberto Calderoli, quien entre otras cosas, en 2006, apareció en televisión mostrando una remera con unos dibujos que ridiculizaban a Mahoma y al Islam, en un momento delicado a nivel internacional con los países musulmanes

Mientras el diario de la Liga Norte, Padania le daba con todo a Monti y su plan de ajustes acusándolo de “desencadenar la guerra entre pobres”, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, interrogado sobre las escenas de hoy en el Senado respondió airoso: “Nosotros no hacemos líos, sólo hacemos política”.

Bossi y los suyos han prometido votar en contra del plan Monti. El voto de confianza en la Cámara de Diputados está previsto para el viernes y ante el Senado, para quedar definitivamente convertido en ley antes de Navidad.