El presidente griego Carolos Papulias propuso ayer a los partidos políticos la formación de un gobierno de notables para evitar nuevas elecciones en junio y una salida del país de la Zona Euro, en una jornada marcada por las presiones internacionales y el nerviosismo de los mercados. Esta idea de un gobierno de personalidades ajenas a la política, que deberá contar con el apoyo del Parlamento, no fue rechazada de entrada y será objeto hoy de nuevas negociaciones en las que participarán todos los partidos con representación parlamentaria, salvo el neonazi Amanecer Dorado.

En la reunión estuvieron presentes Evangelos Venizelos, líder del partido socialista Pasok, que fue tercero en los comicios; Antonis Samaras, jefe del conservador Nueva Democracia, el más votado en las legislativas del 6 de mayo; y Fotis Kuvelis, líder de Izquierda Democrática (Dimar), que consiguió 6,1 por ciento de los votos. Tras la reunión, Venizelos se manifestó favorable a la idea del presidente. Antonis Samaras se dijo dispuesto a considerarla y Fotis Kuvelis rechazó la formación de un gobierno sin personalidades políticas, aunque participará en la reunión del martes. Este gobierno fue propuesto “para evitar elecciones”, explicó Venizelos. Para Samaras, un gobierno de coalición es lo que el pueblo expresó en las urnas el 6 de mayo. Si no se encuentra un acuerdo para formar un gobierno antes del jueves, deberán convocarse nuevos comicios en un mes.

Los tres líderes políticos presentes dijeron que este nuevo gobierno de notables tendría como tarea flexibilizar y renegociar a largo plazo las medidas de austeridad drásticas impuestas a Grecia a cambio de la asistencia financiera de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero los líderes de la Eurozona ya dieron a entender que si Grecia no respeta escrupulosamente las condiciones del plan de rescate internacional, están preparados para dejar que salga del euro, aunque esta decisión pueda desestabilizar todo el proyecto de moneda única.

“Queremos que Grecia permanezca en el euro”, aseguró la portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, antes de la reunión, pero recordó la advertencia del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso: “Si un miembro del club no respeta las reglas, lo mejor es que se vaya del club”. En Bruselas, la crisis en Grecia, junto a la situación en España, figuró ayer nuevamente en la agenda de la reunión de los ministros de Finanzas del Eurogrupo.

Parece estar muy claro que el tabú de una salida de Grecia de la Zona Euro parece haberse roto en Europa, donde se endurece el mensaje para que Atenas aplique la austeridad, pese al descontento de la calle y el caos político. Para Alemania, primera economía de la Zona Euro y partidaria de la política de rigor presupuestario, los partidos griegos tienen que “unir sus fuerzas para constituir una mayoría” duradera que logre proseguir con esta política.

Sin embargo, las elecciones legislativas griegas estuvieron marcadas por un sonoro rechazo a las medidas de austeridad. Nueva Democracia, Pasok y Dimar representan juntos la mayoría de los escaños en el Parlamento griego –es decir 168 de 300– y podrían formar un nuevo gobierno, pero Kuvelis pone como condición sine qua non la participación de la izquierda radical Syriza, segunda fuerza más votada. Syriza, que se opone a las medidas de austeridad dictadas por Europa, se ha negado hasta ahora a formar parte de esta coalición, pero sí participará en la reunión de hoy.

“Un gobierno sin Syriza no tendrá el apoyo necesario del pueblo”, afirmó Kuvelis. Aunque no pide una salida del euro, Syriza quiere romper con el plan de saneamiento de la economía griega elaborado por la UE y el FMI a cambio del plan de rescate. Reclama además el cese del pago de una parte de la deuda, la anulación de algunas medidas ya tomadas y nuevas medidas de crecimiento.

“El presidente del grupo de Syriza no tiene intención de participar en el encuentro selectivo de líderes políticos”, indicó dicha formación izquierdista en un comunicado. En lugar de ello, Tsipras propuso la celebración de una reunión de todos los partidos que obtuvieron representación parlamentaria, en las elecciones del 6 de mayo, con la excepción del partido neonazi Amanecer Dorado.

Las Bolsas europeas cerraron ayer con pérdidas, arrastradas por la incertidumbre sobre el futuro de Grecia, epicentro de la crisis de la deuda. La peor parada fue evidentemente la Bolsa de Atenas, que perdió 4,56 por ciento para cerrar a 584,04 puntos, un mínimo en 20 años.