Mubarak fue acusado de corrupción a escala masiva y de la muerte de 800 manifestantes.

Con un fuerte operativo de seguridad para la ocasión, se conocerá hoy la sentencia del proceso contra el ex presidente de Egipto Hosni Mubarak. El tribunal que dará el veredicto fue instalado en una escuela en la periferia de la capital egipcia y lo que se dictamine será transmitido en directo por la televisión del Estado.

Sólo en El Cairo, en las inmediaciones del tribunal, serán desplegados cinco mil policías y dos mil militares. En ese contexto se escuchará la sentencia del juez Ahmed Refaat, que es esperada a nivel nacional y observada con expectativa internacional. El ex presidente egipcio –destituido por la llamada Primavera Arabe– es el primer líder que comparece ante la justicia acusado de corrupción y de estar involucrado en la muerte de unos 800 manifestantes en enero y febrero de 2011, durante la movilización opositora que culminó con su derrocamiento.

A pesar de haber negado estar involucrado en esas muertes, el fiscal pidió la pena de muerte para Mubarak, quien ocupó el máximo cargo político del país durante tres décadas. Junto con él, y por los mismos motivos, son juzgados su ex ministro del Interior, Habib el Adli, y seis altos responsables de los servicios de seguridad. En el mismo juicio, que se inició el 3 de agosto de 2011, seis meses después de la renuncia de Mubarak, también son juzgados por corrupción los hijos del ex mandatario, Alaa y Gamal.

La defensa solicitó la absolución dado que lo considera inocente de los cargos que afronta, a diferencia de lo que plantea el fiscal, quien entiende que está probado que fue Mubarak quien dio, en enero de 2011, la orden de disparar con munición pesada contra los manifestantes que reclamaban su renuncia en la plaza Tahrir.

No obstante, se teme que la justicia no pueda pronunciarse en condiciones adecuadas, ya que no se aportaron suficientes pruebas tangibles de la culpabilidad del presidente durante las audiencias. Algunos analistas especulan con que le será aplicada una sanción menor por su edad (84). Otros juristas egipcios consideran que las “pruebas irrefutables” presentadas por el fiscal son poco convincentes. Por eso, creen que Mubarak será declarado culpable sólo en el segundo punto de la acusación, corrupción y malversación de fondos públicos, lo que se traduciría en una pena de tres a quince años de prisión. Sin embargo, cualquiera sea su condena, el ex mandatario podrá apelar el fallo.

El veredicto se da a conocer después de la primera y antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, y luego de que Egipto se despidiera del estado de emergencia que rigió en los últimos 31 años, uno de los principales reclamos de la revolución.