Desde Beirut

La masacre de Houla podría ser considerada un crimen contra la humanidad y las “grandes violaciones” –que continúan– deberían remitirse a la Corte Penal Internacional, dijo ayer Navi Pillay, la Alta Comisionada para los Derechos de la ONU. Pillay dijo que estaba “horrorizada” por la masacre de hace una semana y pidió una investigación independiente sobre las matanzas en una reunión de emergencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra, aprobó ayer por amplia mayoría condenar a Damasco por la masacre de al menos cien civiles ocurrida hace una semana en Houla. Antes de la votación en una sesión de emergencia convocada por la masacre de Houla, Pillay pidió respaldar el plan de seis puntos de Annan para detener la violencia en Siria. “De otra forma, la situación se convertirá en un conflicto total y el futuro del país, así como de la región, estará en grave peligro”, señaló Pillay en un discurso leído en su nombre ante los representantes de los 47 países que conforman el Consejo. “Estas acciones pueden resultar en crímenes contra la humanidad y otros crímenes internacionales, y pueden ser indicativos de un patrón de ataques extendidos y sistemáticos contra poblaciones civiles que han sido perpetrados con impunidad”, dijo. Gran Bretaña y la Unión Europea estaban ayer impulsando una redacción más dura en el borrador de la resolución que se espera sea adoptada por el Consejo. En su forma actual, el borrador condena “la gratuita matanza de civiles por disparos a corta distancia y el grave abuso físico de elementos pro régimen y una serie de disparos de artillería y bombardeos en un barrio residencial”.

Cuando se reunió el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, surgieron detalles de otra matanza masiva. Los activistas dijeron que se les disparó a muerte a trece trabajadores de una fábrica de fertilizantes después de que las milicias shabiha interceptaron su ómnibus en la ciudad de Al Qusayr, cerca de la frontera libanesa. El video mostraba los cuerpos ensangrentados tirados en lo que parecía ser una sala de una escuela.

Las imágenes de cuerpos de niños asesinados en el ataque de Houla indignaron a la comunidad internacional, pero los intentos por galvanizar las opciones alternativas del plan de paz del enviado de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan, están naufragando.

Hablando durante una visita al Líbano ayer, Annan dijo que estaba “frustrado e impaciente” sobre el progreso de su plan de paz. “Estamos realizando todos los esfuerzos, al igual que los países en todo el mundo, para encontrar una solución pacífica a la crisis en Siria”, dijo Annan, en una rueda de prensa en Beirut. “Creo que quizás estoy más frustrado que la mayoría de ustedes porque estoy en el medio de esto”, dijo a los periodistas luego de mantener conversaciones con el primer ministro libanés, Najib Mikati. “Si hay otras opciones sobre la mesa, diré bravo y las apoyaré”, dijo. “Quiero ver que las cosas se muevan rápido.”

El canciller, William Hague, dijo ayer en el programa Today de la BBC que había una “necesidad desesperada de una solución política”, pero por el momento el Reino Unido permanecía detrás del plan de Annan. Dijo que se deberían considerar “otras opciones” si el plan colapsara.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.