Un miembro del cuerpo militar de Perú murió ayer tras un ataque atribuido a remanentes del grupo Sendero Luminoso contra la base Canayre, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), la mayor cuenca cocalera del país ubicada en el departamento surandino de Ayacucho. La víctima es el cabo Mayer Ríos Pipa, quien pereció al recibir un impacto de bala. Un comunicado militar atribuyó la incursión a elementos narcoterroristas, definición usada por las fuerzas armadas para referirse a la alianza entre grupos remanentes de Sendero Luminoso con bandas de narcotraficantes. El personal de la base repelió la agresión, pero se desconoce si hubo bajas entre los atacantes, según el documento. El sitio de Internet del diario El Comercio señala que habría dos heridos, aunque el Ministerio de Defensa no habló oficialmente de lo sucedido. En el VRAE, que comprende territorios de los departamentos de Ayacucho, Cusco y Junín, actúa con alguna relevancia una columna liderada por los hermanos Víctor, Jorge y Martín Quispe Palomino, que fue parte de la organización Sendero Luminoso pero ya no reconoce las directrices de esa organización. Este grupo es señalado por militares como dueño de una política pragmática de colaboración con los narcotraficantes. Cabe recordar que esta organización armada fue declarada como derrotada a mediados de la década de los ’90, pero algunos grupos huyeron y se refugiaron en la región amazónica del VRAE y en la selva central. Sendero, de orientación maoísta, fue fundado a finales de los años sesenta por el entonces profesor de filosofía Abimael Guzmán. En los ’90 el gobierno de Fujimori lo enfrentó con métodos aberrantes denunciados por organismos de derechos humanos. Según la Comisión de la Verdad peruana, la guerra contra Sendero dejó más de 69.000 muertos, incluyendo más de 43.000 desaparecidos.