EL MUNDO › EL MALTRATO A EXTRANJEROS
(In)justicia made in USA
Un informe interno del Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció ayer que muchos de los 762 extranjeros detenidos en el país tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 sufrieron un trato “excesivamente duro” por parte de la policía, mientras estuvieron en prisión. El informe viene a confirmar las denuncias que durante meses lanzaron varias organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que publicaron sus propios informes sobre este maltrato.
Los cientos de ciudadanos extranjeros fueron detenidos en su mayoría en las semanas siguientes a los ataques terroristas. Sin embargo, según confirmó el informe difundido ayer por el auditor del Ministerio de Justicia, los ciudadanos extranjeros detenidos sufrieron “excesivos” abusos de parte de las fuerzas de seguridad. “Mientras que nuestra revisión reconoce los enormes desafíos y las difíciles circunstancias que enfrentó el Departamento al responder a los ataques terroristas, nosotros hemos encontrado significativos problemas en la manera en que fueron tratados los detenidos”, dijo en ese sentido el inspector general Glenn Fine. Entre esos “significativos problemas” se incluyen el maltrato físico y verbal por parte de los guardianes y la obligación de los detenidos de usar esposas y grilletes en los pies cuando debían trasladarse desde su celda a algún otro lugar de las cárceles. También se señala que muchos de los detenidos –que fueron apresados por violaciones a las reglas migratorias– fueron mantenidos en sus celdas día y noche con las luces encendidas.