EL MUNDO › TENSION POR LAS ULTIMAS MEDIDAS NORTEAMERICANAS
Irak sin empleos ni Congreso
Unos 2000 militares iraquíes se manifestaron ayer en Bagdad en protesta por la decisión del administrador civil de Irak, el estadounidense Paul Bremer, de disolver al ejército y la policía de ese país. Los manifestantes, que se reunieron frente al hotel Palestina, insultaron a George W. Bush y tiraron piedras a dos vehículos blindados norteamericanos que estaban estacionados cerca del hotel. “Abajo Bush”, “Abajo la ocupación”, gritaban, mientras las tropas estadounidenses los miraban impasibles.
Los funcionarios norteamericanos en Bagdad prometieron ayer que antes de fin de mes se aprobarán los mecanismos para crear las nuevas Fuerzas Armadas de Irak.
Los males no vienen solos: también ayer, Estados Unidos informó a los líderes de las distintas facciones iraquíes la suspensión definitiva del congreso nacional que se iba a reunir en junio para elegir a un nuevo gobierno iraquí. Con esta decisión, la elección del próximo gobierno recaerá en el administrador Paul Bremer. Aparentemente, el paso atrás de la administración Bush se debe a las fuertes divisiones que hay entre los grupos que se disputan el poder en Irak: sunnitas, chiítas, kurdos, representantes de líderes religiosos locales y exiliados. El nuevo plan de Estados Unidos prevé una serie de consultas con distintos líderes en base a la lista de candidatos que hizo Bremer. “Cuanto antes se gobierne por sí solo el pueblo iraquí, mejor será”, declaró el brasileño Sergio Vieira de Mello, el primer enviado de la ONU en Bagdad, que llegó ayer a la capital iraquí. El 23 de mayo pasado, el diplomático brasileño fue nombrado representante especial de Irak por el secretario general de la ONU, Kofi Annan.