La tasa de desempleo en los Estados Unidos bajó en noviembre y se ubicó en 7,7 por ciento. Marca el descenso más pronunciado en los últimos cuatro años, informó ayer el Departamento de Trabajo de ese país.

El índice de desempleo en Estados Unidos bajó dos décimas en noviembre, cuando la economía tuvo una ganancia neta de 146 mil empleos, superando las expectativas de los expertos, según los datos que divulgó el gobierno. La tasa de noviembre produjo un impacto positivo en los mercados financieros, donde hubo alzas de las cotizaciones y donde aumentó el rendimiento de los Bonos del Tesoro como resultado del mayor apetito de los inversionistas por el riesgo. Sin embargo, el descenso en la tasa de desempleo refleja el hecho de que en noviembre unas 350 mil personas abandonaron la fuerza laboral. “El informe de noviembre significa que hemos tenido 33 meses consecutivos de crecimiento del empleo en el sector privado que suman casi 5,6 millones de puestos”, señaló en una declaración la secretaria de Trabajo, Hilda Solis. “En lo que va del año hemos creado un promedio de 154 mil empleos en el sector privado cada mes”, añadió.

Cuando el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca, en enero de 2009, la economía norteamericana, en recesión, perdía más de 700 mil empleos por mes y antes de que terminara esa recesión, en junio de 2009, se habían perdido 8,4 millones de empleos. Solis señaló que, si bien el paso del huracán Sandy a finales de octubre no afectó la tasa de desempleo, resultó en que 1,5 millón de personas experimentaran algún tipo de trastorno en el trabajo. Después de su arribo a las costas del este del país, el 29 de octubre, el ciclón dejó unos ocho millones de hogares y negocios sin energía eléctrica por varios días. Las cifras del Departamento de Trabajo muestran que los 26 condados designados como áreas de desastre mayor tras el huracán tenían un promedio de 527 participantes en la fuerza laboral por kilómetro cuadrado, casi 30 veces más que la densidad promedio de la fuerza laboral en todo el país.

La mayoría de los analistas esperaba que el índice de desempleo subiera del 7,9 por ciento en octubre al 8 por ciento en noviembre, en parte como resultado del impacto de Sandy y había calculado una ganancia neta de unos 85 mil puestos de trabajo. En el mes pasado, el sector privado tuvo una ganancia neta de 147 mil empleos, superando la expectativa de los analistas que habían calculado un incremento de unos 90 mil puestos de trabajo.

En el sector de servicios, noviembre vio una ganancia neta de 169 mil puestos de trabajo en tanto que la industria de la construcción perdió 20 mil empleos. Por su parte, en noviembre, el sector fabril perdió siete mil empleos y hubo reducciones del trabajo también en el procesamiento de alimentos y químicos, mientras que hubo ganancias en las fábricas de vehículos automotores. La reactivación de las compras de vehículos automotores tras el ciclón siguen estimulando el empleo y la industria alcanzó en noviembre una tasa anual de ventas de 15,5 millones de unidades. El ritmo de contratación de trabajadores sigue limitado por las preocupaciones de los empresarios acerca de la posible crisis fiscal a fin de año.

El desempleo se convirtió en uno de los temas centrales de la campaña electoral en la que Obama triunfó ante su rival republicano, Mitt Romney. En octubre, el desempleó subió del 7,8 al 7,9 por ciento. Los datos difundidos en ese entonces mostraron que la economía norteamericana tenía 194 puestos de trabajo más que en enero de 2009. En el anterior informe del Departamento de Trabajo se detalló que el comercio minorista había agregado en octubre 36.400 empleos, la cifra mensual más alta desde abril de 2011, mientras que el sector manufacturero había incorporado en ese mes 13 mil empleos, el número más alto en un año. La construcción ganó de forma neta 17 mil empleos, la cifra más grande desde enero, hecho que reflejó un fortalecimiento del mercado de la vivienda.