El partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), le cerró las puertas a Mario Monti, después de que éste se mostrase dispuesto a retomar su cargo si las fuerzas políticas apoyan su programa. Según el secretario del PDL, Angelino Alfano, con su comparecencia Monti “cerró cualquier posibilidad de colaboración” futura del partido con el ex comisario europeo. “Tuve una pesadilla: un nuevo gobierno Monti”, dijo poco después Berlusconi en una entrevista en el canal de la televisión pública RAI1.

El solo anuncio a principios de diciembre que hizo Berlusconi de que se metía de nuevo en la carrera electoral hizo tambalear los mercados, una muestra de que la figura del ex premier genera desconfianza. Esto se suma a que los líderes europeos halagan a Monti y reciben con frialdad la postulación de Berlusconi. En este contexto, Monti rechazó ayer la invitación de Il Cavaliere para liderar una coalición de centroderecha y criticó los continuos cambios de idea de su rival. Monti subrayó que no había entendido la “línea de pensamiento” del magnate de los medios en los últimos días, cuando calificaba su gobierno “de desastre completo” que “no hizo reformas y sólo creó impuestos”, pero luego lo invitaba a “guiar una coalición de moderados”.

Alfano destacó que Monti defiende el IMU, el impuesto sobre la primera casa, mientras que su partido lo abolirá si gana las elecciones. Y es que la Navidad de los italianos este año está marcada por el pago del impuesto a las propiedades inmobiliarias, que había sido eliminado por Berlusconi y que fue reintroducido por Monti.

Según los últimos sondeos, una coalición de partidos centristas con Monti como líder podría conseguir un apoyo del 15 por ciento en las próximas elecciones, por lo que tendría que aliarse con otros partidos para poder gobernar.