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La violencia volvió a apoderarse de las manifestaciones políticas en Caracas. Mientras discurría la convocatoria opositora, la Policía Metropolitana atacaba a los simpatizantes del gobierno de Hugo Chávez con gases lacrimógenos y balas de goma. El saldo: al menos 16 heridos, decenas de intoxicados por los gases y tres detenidos. El marco lo dieron dos manifestaciones, una de partidarios y otra de opositores al gobierno venezolano, que fueron celebradas ayer en Petare, una populosa zona considerada bastión chavista, y desembocaron en fuertes disturbios.
El ex presidente del Parlamento y diputado oficialista William Lara confirmó a la estatal Venezolana de Televisión (VTV) la muerte de una persona y la “extrema gravedad” de dos de los heridos. Según el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, y testigos, el fallecido era un simpatizante oficialista. La acción policial con el lanzamiento de gases lacrimógenos, para algunos de los testigos “exagerada”, afectó el Hospital Pérez de León, que tuvo que ser desalojado, según detalló Rangel, quien se presentó en el lugar de los hechos.
La policía detuvo a tres personas que portaban armas de fuego y, según la emisora caraqueña Unión Radio, dos de ellos “admitieron ser miembros de los Círculos Bolivarianos”, calificados por la oposición como brigadas de choque “chavistas” y como grupos de trabajo social por el oficialismo.
Rangel, varios activistas oficialistas y testigos afirmaron que la concentración a favor del gobierno fue atacada con “armas de fuego de guerra, francotiradores y perdigones de plomo” por la Policía Metropolitana, bajo la responsabilidad del alcalde metropolitano, el opositor Alfredo Peña. Rangel afirmó que este tipo de acciones forma parte de “un plan golpista de la oposición” que no cesa en su intento de desalojar a Chávez del poder. Además, anunció que el gobierno iniciará “acciones judiciales” contra Peña y denunciará ante los tribunales al gobernador del estado de Miranda, el opositor Enrique Mendoza, porque autorizaron “irresponsablemente” la concentración opositora en Petare.
La primera arremetida con gases fue hacia el lado de los manifestantes chavistas, quienes protestaban por la concentración política de la oposición, llamada “El Petarazo”. Los simpatizantes oficialistas respondieron a la policía lanzando piedras y quemaron neumáticos en la vía pública. Posteriormente, los gases lacrimógenos se dirigieron hacia la concentración opositora, donde los manifestantes fueron dispersados, pero minutos después retornaron a la estrecha calle donde se desarrolló el acto, que duró casi dos horas.