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Corea del Norte anunció que aumentará su arsenal de armas nucleares e impulsará su economía, según la nueva línea estratégica delineada ayer por el politburó del Partido de los Trabajadores en un encuentro en Pyongyang, informaron los medios estatales. Un día después de declararse en estado de guerra con Corea del Sur, el régimen de Pyongyang reiteró que sus armas nucleares no son negociables ni por miles de millones de dólares. Además señaló que pretende construir en el empobrecido país una industria independiente de energía nuclear y un reactor de agua ligera para aliviar los problemas del suministro eléctrico.

El Comité Central del Partido de los Trabajadores decidió por orden del líder Kim Jong-un (foto) que la posesión de armas nucleares será establecida por ley, señaló un comunicado. El Estado comunista ya se declara potencia nuclear en su Constitución. “La capacidad nuclear de la República Popular (de Corea del Norte) simboliza la vida de la nación”, dijo Kim Jong-un. El arsenal nuclear debe ser ampliado cualitativa y cuantitativamente y nunca abandonado mientras los imperialistas y las amenazas nucleares existan en el mundo, agregó. Kim dijo que acelerará el desarrollo de la tecnología espacial, incluyendo satélites de comunicaciones.

Corea del Sur, por su parte, anunció que llevará a cabo este mes de abril maniobras militares en su territorio junto a la marina de Estados Unidos para comprobar su capacidad ante potenciales provocaciones del régimen norcoreano. El anuncio de Seúl llegó después de la declaración de guerra por parte del país comunista. El ejército de Corea del Sur explicó que los ejercicios consistirán en maniobras y operaciones conjuntas para probar sus unidades. Además, reveló que los marines norteamericanos que se encuentren en el país para estos ejercicios serán invitados a participar en “discusiones técnicas para la preparación ante posibles provocaciones de Corea del Norte”. A lo largo del mes, las militares destinados a las islas fronterizas del Mar Amarillo llevarán a cabo además ejercicios aéreos y navales en diferentes lugares.

En estos momentos, Corea del Sur y Estados Unidos realizan las maniobras conjuntas anuales “Key Resolve”, que involucran a unos 10.000 efectivos surcoreanos y 3500 estadounidenses, también a un portaaviones y a cazas de combate. Estos ejercicios se combinan con las maniobras “Foal Eagle” que las fuerzas conjuntas de ambos países mantienen en curso desde el 1º de marzo. Seúl y Washington aseguran que se trata de maniobras con un objetivo defensivo, mientras que Pyongyang las considera ensayos para una invasión. El gobierno de EE.UU. está en alerta y evaluando seriamente las últimas amenazas de Corea del Norte. La opinión consensuada es que estas amenazas son “lo mismo de siempre”, en cuanto a que suponen una continuidad de la retórica belicista usada en el pasado por el régimen norcoreano, pero analistas y gobierno también coinciden en que esta vez el tono y el nivel de tensión son más preocupantes.

“Nos tomamos en serio estas amenazas y permanecemos en estrecho contacto con nuestros aliados de Corea del Sur”, dijo ayer en un comunicado la portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, y destacó que Estados Unidos está totalmente preparado para defenderse en caso de ataque y que tomará medidas adicionales, como incrementar los interceptores terrestres y radares en su territorio. Esta semana, el gobierno norteamericano envió dos bombarderos B-2 a las maniobras militares conjuntas que realiza anualmente con Seúl.