La Tabacalera del Este Sociedad Anónima (Tabesa), empresa propiedad del presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, figura como acusada en un proceso abierto en la Justicia brasileña. La denuncia judicial, presentada por el gigante del sector tabacalero Souza Cruz, se tramita en la Cuarta Jurisdicción Empresarial de Río de Janeiro. El juez Mauro Pereira Martins ya emitió un fallo preliminar en el que afirma que hay “prueba documental robusta” de la práctica de actos de competencia desleal, ante el notorio suministro al mercado brasileño de “masa voluminosa de productos fabricados por la (empresa) acusada”.

El magistrado espera actualmente que la defensa de los ejecutivos de Tabesa, desde Asunción, den a conocer sus argumentos a través de una carta enviada a la capital paraguaya. Según un reportaje publicado ayer por el diario brasileño O Globo, el presidente electo de Paraguay también habría sido mencionado en el informe de una comisión parlamentaria de investigación (CPI) de la Cámara baja brasileña, que funcionó en 2003, sobre supuestos hechos vinculados con el delito de piratería.

El documento de la Justicia brasileña afirma que Tabesa –controlada por Cartes y por José María Cases Ribalta– “está considerada como la empresa más profesionalizada de Paraguay y sus productos tienen como destino las regiones sur y sudeste de Brasil”. El informe afirma que las ventas al mercado brasileño son operadas por Fahd Yamil, investigado por sospecha de vínculos con el crimen organizado. El reportaje, realizado por el periodista brasileño José Casado, asegura que Cartes también es blanco de una investigación sobre lavado de dinero iniciada en 2009 por Estados Unidos y que está dirigida a entidades financieras reales, sus ejecutivos y facilitadores del lavado de dinero en la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay).

Según Casado, un informe elaborado en enero de 2010 por Douglas W. Poole, jefe de Inteligencia de la agencia norteamericana antidrogas (DEA), señala que sus agentes se infiltraron en la empresa de lavado de dinero de Cartes, una organización que, según se cree, “blanquea grandes cantidades de moneda (dólares) obtenidas por medios ilegales, incluyendo la venta de narcóticos”, de la Triple Frontera a Estados Unidos.

La empresa investigada por el operativo –supuestamente bautizado “Corazón de Piedra”– sería el Banco Amambay, principal financiador de Tabesa, agrega la nota. Las sospechas que rodean a Cartes también fueron tema del libro La otra cara de HC, una investigación que demandó varios años y cuyo objetivo sería develar la personalidad del ahora presidente electo del país. El libro fue lanzado el 2 de abril por el periodista paraguayo César “Chiqui” Avalos, quien, desde entonces, permanece supuestamente refugiado en Brasil por sugerencia de sus amigos, ante el riesgo de alguna represalia, según declaró recientemente a medios locales. Este texto lleva tres ediciones agotadas y “se vende como pan caliente”, al menos en Asunción, según señaló el empleado de una librería del centro de la ciudad.

A lo largo de 268 páginas, se incluye documentación sobre los procesos judiciales y las denuncias hechas contra Cartes, desde 1985, cuando se destapó un escándalo con divisas que habría perjudicado al Estado paraguayo en cerca de cien millones de dólares. El entonces incipiente empresario se habría favorecido con la compra de dólares a precios preferenciales, destinados a la importación de maquinaria agrícola e industrial y que presuntamente colocaba nuevamente en el mercado a casi al doble de su precio. Fue enjuiciado y encarcelado durante unos meses por “acumulación de autos en la evasión de divisas” y cuando recuperó la libertad se fue a vivir durante cuatro años a una ciudad brasileña, fronteriza con Paraguay, hasta que retornó al país guaraní en 1989.

En 2008 fue absuelto luego de que sus abogados ganaran un pleito iniciado contra el Banco Central (BCP), que había calificado de inconstitucional el fallo de sobreseimiento del caso. Ante el interrogante de por qué Cartes fue absuelto por la Justicia, Avalos denuncia la complicidad de políticos, empresarios y funcionarios de diferentes reparticiones del Estado, quienes contribuyeron con la desaparición de expedientes y pruebas para eliminar rastros. Pero además recurre a lo que su compatriota Helio Vera definió alguna vez como “Paraguayología”, concepto acuñado en clave de humor que retrata el espíritu de una nación donde “hay corrupción como en todos los países del mundo, pero tanta impunidad como en ningún otro”.