Jueves, 16 de mayo de 2013 | Hoy
EL MUNDO › EL CANCILLER PERUANO DIMITIó TRAS DOS CONFLICTOS DIPLOMáTICOS
Rafael Roncagliolo dejó el cargo luego de superar las fricciones con Ecuador y Venezuela y en momentos en los que enfrentaba una ofensiva de la derecha para que la diplomacia peruana se distancie de los gobiernos progresistas de la región.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, renunció sorpresivamente a su cargo pocos días después de que el país enfrentara dos crisis diplomáticas: con Venezuela y Ecuador, las cuales ya habían sido superadas, y a pocas semanas de que la Corte Internacional de La Haya emita su fallo sobre un diferendo limítrofe entre Perú y Chile. El gobierno del presidente Ollanta Humala aseguró que la renuncia de su canciller se debió a razones “estrictamente de salud”, aunque no se informó cuáles son los problemas de salud que afectarían al ahora ex canciller, de 68 años. Sin embargo, su intempestiva renuncia dejó flotando en el ambiente las especulaciones sobre los motivos, más allá de la razón oficial, que estarían detrás de su decisión de renunciar. El gobierno despidió a Roncagliolo con un comunicado en el que califica su labor como “impecable”.
Lo reemplaza en el cargo Eda Rivas, quien hasta ayer era ministra de Justicia, despacho que ocupaba desde hace diez meses. Rivas, quien estuvo casada con Diego García Sayán, canciller en la primera etapa del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) y actual presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es abogada, pero no se le conoce experiencia en política internacional.
Roncagliolo enfrentó en las últimas semanas dos crisis diplomáticas, con Ecuador y Venezuela, las que, sin embargo, se resolvieron rápidamente. Hace poco más de una semana, el presidente venezolano Nicolás Maduro atacó duramente a Roncagliolo, acusándolo de intervenir en los asuntos internos de Venezuela por haber declarado públicamente que en Venezuela se debe promover el diálogo con la oposición. Sin embargo, un día después Maduro retrocedió en sus críticas al canciller peruano y la crisis entre ambos países quedó superada en solamente 24 horas. El conflicto con Ecuador se originó en un incidente callejero, políticamente intrascendente, cuando un video mostró al embajador ecuatoriano en Lima, Rodrigo Riofrío, en una bochornosa gresca con dos mujeres en un supermercado de la capital peruana, que llegó a la agresión física por ambas partes, y la Cancillería peruana pidió el retiro de este embajador, a lo que en un primer momento el presidente Rafael Correa se negó, pero que días después se produjo, quedando superado el tema.
La renuncia de Roncagliolo, que ocupaba el cargo desde que Humala asumió la presidencia, en julio de 2011, estaba en el horizonte, pero se esperaba para después del fallo de la Corte de La Haya sobre el diferendo limítrofe con Chile, que debe darse en junio, y no antes. La abrupta renuncia de Roncagliolo ocurre en momentos en los que su gestión enfrentaba una ofensiva de la oposición de derecha, por el reconocimiento del gobierno peruano de la victoria electoral del presidente venezolano Nicolás Maduro, y las presiones de esa oposición conservadora para que la diplomacia peruana se distancie de los gobiernos progresistas de la región y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). El reforzamiento de la relación con la Unasur ha sido una de las prioridades de la gestión del renunciante canciller.
Representantes de la oposición más conservadora, como el fujimorismo y el Partido Aprista del ex presidente Alan García, salieron a decir, sin presentar elementos que sustenten sus afirmaciones, que Roncagliolo se iba por presiones de Maduro a Humala, recordando el incidente de hace unos días como ya superado. El congresista oficialista Daniel Abugattás atribuyó la salida del canciller a las presiones de la derecha.
“Roncagliolo estaba bajo presión, pero creo que estaba decidido a seguir en el cargo hasta que salga el fallo de La Corte de La Haya. Algo ha pasado en estos días, no sabemos qué en este momento, que aceleró su salida. Aunque podría haber otras razones, que no conozco, me parece creíble la versión oficial de que el tema de su salud haya sido decisivo. Se lo veía agotado. Decir, como ha dicho un sector de la oposición, que Humala le pidió la renuncia a Roncagliolo por presión de Maduro es un absurdo que no tiene ningún sustento. La política exterior decidida por Humala y aplicada por Roncagliolo ha sido neutral, desideologizada, y no creo que eso vaya a cambiar, hacerlo sería un error”, le señaló a Página/12 Ramiro Escobar, analista internacional y columnista del diario La República. “El tema de salud puede ser un factor, pero no me convence como la razón principal para la renuncia de Roncagliolo. Creo que se han dado otros factores políticos, que en este momento no sé cuáles son, que han producido su intempestiva renuncia. Su reemplazante, Eda Rivas, sabe de derecho, pero no de relaciones internacionales, y eso me preocupa porque no sé si tendrá la capacidad política que requiere ese cargo y que Roncagliolo sí tenía”, le dijo a este diario Alberto Adrianzén, analista internacional y parlamentario andino.
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