EL MUNDO › LA JUSTICIA ABSOLVIó AL DICTADOR POR UN CASO DE CORRUPCIóN, AUNQUE TIENE OTRA CAUSA PENDIENTE POR LA MUERTE DE CIVILES

Aviva la tensión en Egipto la suerte de Mubarak

Mientras se anunciaba la eventual liberación de Mubarak, el régimen de facto recibía un duro revés: 24 policías fueron asesinados en el Sinaí. Los Hermanos Musulmanes acusaron a las autoridades de usar el ataque como cortina de humo.

En medio de una crisis que ya se cobró la vida de más de mil personas, el Tribunal Penal de El Cairo ordenó la liberación provisional de Hosni Mubarak. Sin embargo, el dictador deberá permanecer en la cárcel por otra causa abierta en su contra. El tribunal ordenó la libertad de Mubarak al haber expirado el plazo de detención preventiva por haber desviado dinero público destinado a edificar, remodelar y decorar mansiones particulares de la familia presidencial. Sobre sus hijos Alá y Gamal, la Justicia egipcia determinó que continúen detenidos. Los Mubarak y el empresario Husein Salem, que logró fugarse, afrontan además cargos por enriquecimiento ilícito y daño premeditado contra fondos públicos percibidos por la venta de gas a Israel.

Según la Justicia, Mubarak y sus hijos utilizaron las arcas públicas para rehabilitar y construir propiedades y palacetes repartidos por la capital egipcia y selectas ubicaciones a orillas de los mares Mediterráneo y Rojo entre los años 2002 y 2011. Ayer, en el comienzo de la audiencia judicial, el tribunal de El Cairo fue informado de que el dictador y sus hijos no estarían en la sala donde se los juzga, argumentando problemas de seguridad en la capital egipcia; tampoco asistieron los testigos convocados, informó la agencia de noticias estatal Mena. En declaraciones a la prensa, el abogado de Mubarak, Fareed el Deeb, confirmó que su cliente fue absuelto de uno de los casos de corrupción y expresó su confianza en que su cliente pueda abandonar la cárcel en poco tiempo. “Todo lo que nos queda es un procedimiento administrativo que no debería llevar más de 48 horas. Mubarak debería ser liberado a fines de esta semana”, dijo su defensa.

Mubarak fue arrestado el 12 de abril de 2011, dos meses después del levantamiento popular que lo obligó a renunciar. El ex hombre fuerte de Egipto, de 85 años, está siendo juzgado además por la muerte de manifestantes durante la revuelta que lo derrocó. Aunque el año pasado fue condenado a cadena perpetua por complicidad en el asesinato de esos manifestantes, un tribunal de El Cairo decidió en enero que el juicio, en ese caso, debía repetirse.

La posible liberación de Mubarak podría introducir un nuevo elemento en la por demás inestable situación política que atraviesa el país árabe desde el 3 de julio, cuando el ejército depuso, mediante un golpe de Estado al primer presidente elegido democráticamente, el islamista Mohamed Mursi. El golpe desató protestas de los Hermanos Musulmanes, que reclaman la restitución del gobernante. El ejército respondió, desalojando la semana pasada dos campamentos instalados por los islamistas en El Cairo y, con una represión inusitada, dejó un tendal de víctimas que profundiza aún más el conflicto entre partidarios y detractores del golpe militar.

Por otra parte, la Justicia de El Cairo comenzó una investigación contra Mursi por su supuesta participación en el asesinato de manifestantes en diciembre de 2012, y determinó que permanezca en prisión preventiva por otros 15 días, según informó ayer la televisión estatal. El depuesto presidente islamista se encuentra detenido por haber participado, junto con el movimiento radical palestino Hamas, en la conspiración para liberar presos de una cárcel en 2011.

Egipto vivió ayer otra jornada sangrienta cuando al menos 24 policías fueron asesinados en el Sinaí, durante un ataque armado y en una jornada en la que los islamistas siguieron protestando. En uno de los ataques más graves perpetrados contra las fuerzas de seguridad en los últimos años en el Sinaí, dos vehículos de la policía fueron atacados con lanzagranadas en una emboscada. Luego del atentado, las fuerzas de seguridad acordonaron los accesos entre la Península del Sinaí y el resto del país, y cerraron el paso de Rafah con la Franja de Gaza. Además enviaron refuerzos de la policía y el ejército a Rafah y al área cercana de Sheij Zuweid, región considerada feudo de salafistas y de supuestos miembros de la red Al Qaida.

Los Hermanos Musulmanes, organización de Mursi, acusaron a las autoridades de orquestar el atentado para encubrir la muerte de 38 presos islamistas asesinados anteayer en un confuso incidente. Mientras la hermandad asegura que fueron torturados y calcinados, la versión oficial, en cambio, afirma que los reos fallecieron asfixiados por los gases lacrimógenos que la policía arrojó para sofocar un motín mientras eran trasladados desde El Cairo hacia Abu Zabal.

Asimismo, la fiscalía egipcia ordenó la detención preventiva durante 15 días de más de 360 miembros de los Hermanos Musulmanes por participar e incitar presuntamente a la violencia en las protestas del viernes en El Cairo. La agencia Mena señaló que los acusados forman parte de los detenidos tras los disturbios que tuvieron lugar cerca de la comisaría del barrio de Al Ezbekiya y en la mezquita Al Fateh de la plaza Ramsés en El Cairo. Los detenidos están acusados de pertenecer “a una banda que pretende dañar la seguridad pública a través del terrorismo, el asesinato, la posesión de armas y explosivos, y la resistencia a las autoridades. La fiscalía ordenó también la detención preventiva, por el mismo plazo de tiempo, del imán de la mezquita de Al Fateh, acusado de incitar a la ocupación de ese templo e instar a atacar una comisaría.

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Mubarak fue arrestado el 12 de abril de 2011, dos meses después del levantamiento popular que lo obligó a renunciar.
Imagen: EFE
 
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