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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, continúa con el mismo trajín de campaña luego de las PASO. Ayer, feriado, se reunió con candidatos de distritos en manos del massismo como San Fernando, Tigre, Escobar y San Martín para agradecerles el esfuerzo y pedirles “redoblar” en el tiempo que queda por delante. Antes y después dio algunas entrevistas en las que advirtió la necesidad de tener responsabilidad ante algunas promesas de campaña que podrían generar inestabilidad y poner en riesgo la gobernabilidad. A la salida de un canal, un poco a bordo de su automóvil, otro poco mientras esperaba subir al helicóptero que lo llevaría de vuelta a La Plata, respondió las preguntas de Página/12.

–Sergio Massa lo criticó porque dice que tuvo que poner dinero del municipio para cubrir adecuadamente la seguridad porque la provincia no lo hacía. ¿Qué le responde?

–En mi gestión les aumenté a los municipios el 50 por ciento interanual las transferencias para que, precisamente, desde lo local hubiera más posibilidades de ir atendiendo la prevención contra la inseguridad. El gobierno nacional, en su momento, en el programa de seguridad ciudadana, les giró también recursos a los municipios. Lo que pasa es que hay una dinámica que pareciera que cada vez que hay un episodio de inseguridad el problema es de la provincia y cada vez que la policía agarra a un delincuente es mérito de la camarita de Tigre. Chocolate por la noticia, obvio que cada gobierno provincial es el responsable de la policía y de combatir la inseguridad. En ese sentido, desde el primer día de mi primer mandato nosotros venimos trabajando intensamente para generar las condiciones para intensificar la prevención, las políticas de inclusión social, la inversión en educación, para ir adecuando el funcionamiento de la lucha contra la inseguridad a las diferentes características. Cuando él (por Massa) habla de este tema lo hace desde una realidad totalmente distinta de lo que es el conjunto de la provincia de Buenos Aires. El municipio de Tigre tiene 150 kilómetros cuadrados, de los cuales 50 son barrios cerrados. Estos barrios tienen su propia seguridad privada y su propia realidad, por lo tanto se achica aún más el territorio que lo que nosotros estamos cubriendo con la presencia de la policía de la provincia de Buenos Aires. Es dos mil veces más chico un territorio que el otro. Son realidades totalmente distintas. No es así el caso de Lomas de Zamora, que tiene una realidad socioeconómica diferente, que ha hecho un trabajo muy importante en lo que es la prevención, no solamente con la aplicación de tecnología sino también con una policía local, que ahora estamos buscando institucionalizar con un proyecto de ley presentado en la Legislatura hace más de un año.

–¿Buscará avanzar ahora con el proyecto de policías municipales?

–Hace un año que está presentado para el debate. Yo voy a avanzar en todo lo que tenga que avanzar. En readecuar las políticas, el funcionamiento del ministerio, a esta nueva realidad. Soy una persona siempre abierta, especialmente en una problemática como ésta, que no debe ser una cuestión de especulación electoral. Algunos pareciera que están esperando que pase algo para salir a decir “yo tengo la solución”. No es así, es un tema muy serio, en el que no hay soluciones milagrosas de un día para el otro.

–¿Le molesta que Massa haga campaña con la cuestión de la seguridad como caballito de batalla?

–Yo entiendo las campañas y que hay que entusiasmar al electorado, pero en este tema, como en la agenda económica que él plantea, es inquietante por las consecuencias que puede tener.

–¿Qué le resulta inquietante?

–Por ejemplo, cuando se habla de endeudamiento, de volver a privatizar las AFJP, de desfinanciar al Estado, diciendo que con un impuesto a los plazos fijos se va a poder financiar. Esto ha generado que se tenga que realizar un encuentro muy importante para debatir con los actores económicos, con los máximos responsables, sobre esta situación en la que se está sorprendiendo también en su buena fe a la gente. Hay que explicar de qué se trata esto, que hay que guardar un equilibrio en el Estado.

–¿Piensa que los proyectos económicos de Massa plantean el desfinanciamiento del Estado?

–Son las consecuencias que podría llegar a tener. Lo que ha hecho Cristina a lo largo de estos años es desendeudar a la Argentina, reindustrializar, crear puestos de trabajo, generar oportunidades para la clase media y los trabajadores, que no sólo han recuperado la posibilidad de un trabajo digno sino también su poder adquisitivo. Esto es lo que nosotros estamos abocados a cuidar. Entonces cualquier iniciativa que vaya contra eso, que puede sonar muy linda en ámbitos empresarios en campaña, tenemos que estar atentos de advertir lo que puede llegar a generar. Tanto en la agenda económica y social como en la lucha contra la inseguridad, que yo cómo voy a negar problemas que están en la preocupación de la gente que comprendo y entiendo. Es la lucha que estamos dando todos los días contra la droga, contra los desarmaderos, las mafias del crimen organizado y la responsabilidad de la Justicia y del rigor de la aplicación de las leyes para que se cumpla lo que ha sido nuestra voluntad, de limitar las posibilidades de excarcelación a los delincuentes peligrosos.

–En el marco de estas propuestas de campaña, ¿le parece necesario el diálogo convocado por la Presidenta?

–¿La Presidenta qué ha dicho con toda grandeza el domingo mismo de las elecciones? Que responsablemente no va a prometer cosas que no puede cumplir. Después dijo en Tecnópolis, cuando algunos tomaron solamente el tema del resultado en la Antártida como algo anecdótico, que vamos a corregir lo que haya que corregir, pero que queremos hablar con los máximos responsables y actores económicos sociales. Ahí muestra su vocación, su voluntad y responsabilidad en una reunión de trabajo junto a la UIA, los sindicatos y los bancos –que tienen una responsabilidad muy grande–, de conversar y trabajar sobre estas cuestiones.

–La oposición criticó los discursos de la Presidenta porque dice que no hubo un reconocimiento de la derrota electoral. ¿Usted qué opina?

–Si hay algo que viene escuchando este gobierno, que por eso ha tenido tanto apoyo en la reelección, es precisamente la voz del pueblo. Y lo hace con toda responsabilidad, priorizando a aquellos que más necesitan de la inversión del Estado. Por eso a mí me preocupa cuando veo de qué manera se van generando condiciones y se habla de iniciativas que pueden alterar esa estabilidad que tanto sacrificio el pueblo argentino desde el punto de vista económico, social e institucional ha alcanzado. Cuando se le falta el respeto a la Presidenta, desde la investidura a lo que significa empezar a hablar de “caos”, “final” y cosas de las que nos tenemos que hacer responsables. Como gobernador de la provincia más grande de la Argentina y como presidente del Partido Justicialista a nivel nacional tomo y fijo una posición muy clara sin ningún tipo de especulación personal. Muchos pensaron que no me iba a comprometer pero yo lo hago, más que nunca, cuando hay dificultades o cuando este proyecto exige que estemos a la altura como hombres de Estado a partir de estas situaciones que se van generando. No se trata de defender a un partido político, de defender una elección o de defender los votos, lo que se trata es de defender esta situación que Argentina viene remontando, estando abiertos para corregir lo que haya que corregir y seguir avanzando. El Frente para la Victoria expresa eso. Es la renovación permanente de ideas con una visión de futuro.

–¿Por qué entonces el Frente para la Victoria perdió en la provincia?

–En primer lugar, se ordenaron y se formalizaron las candidaturas. Luego, siempre las elecciones legislativas tienen una dinámica muy especial. No solamente en la provincia, en otras provincias se ha dado y en la propia Ciudad Autónoma se ha dado que hay una diferencia muy grande cuando son elecciones ejecutivas. Ocurrió también en la provincia, en el 2009 y antes también en el ’97, tienen su propia dinámica. La gente en un momento determinado se entusiasma con alguna propuesta y yo soy muy respetuoso de la voluntad popular. Nosotros tenemos que hacer cada vez más esfuerzos para ir explicando con racionalidad y sentido común la importancia de fortalecer la institucionalidad, la gobernabilidad y la posibilidad de que el Gobierno tenga los instrumentos que necesite para que coherentemente con lo que vino haciendo durante estos años pueda seguir haciendo crecer al país. Y yo, como gobernador, cómo no voy a defender esto si es lo que me ha permitido hacer crecer a la provincia de Buenos Aires. Estos intendentes que están hoy en otro sector tienen que ser justos, agradecidos y reconocer que gracias a esas políticas nacionales les han permitido a sus municipios desendeudarse, que lleguen industrias, políticas sociales, todo lo que es la nueva realidad de estos municipios.

–¿Cree posible revertir el resultado de las primarias en el tiempo que queda hasta las elecciones?

–Tengo confianza y creo en lo que estamos haciendo. Martín (Insaurralde) es un candidato que en la medida en que la gente lo fue conociendo lo fue apoyando cada vez más, no ocurrió lo mismo con otros. Fue el único que creció en forma vertiginosa.

–¿No teme, como especulan algunos analistas, que haya dirigentes e intendentes que buscarán pasarse de bando?

–Los intendentes van a defender lo mejor para su municipio y lo mejor para su municipio es trabajar junto a la provincia y a la nación.

–¿Usted desplazó a dos jefes policiales porque eran amigos de Massa, como se dijo?

–El ministro Casal los apartó porque no informaron de una situación tan grave como fue el robo a la casa del intendente. Entonces en forma inexplicable no elevaron esta información para conocimiento del ministerio y, en mi caso, por espacio de 15 días. Cuando se pierde la confianza se pierde la confianza. Se abrió un sumario interno para determinar lo que ocurrió, porque en el medio tuvieron que detener un prefecto.

–¿Qué opinión tiene acerca de ese episodio?

–Las respuestas están en el curso de la investigación. Hay una persona detenida y tendrá que dar explicaciones. Nosotros vamos a colaborar con todo lo que nos pida la Justicia para esclarecer este episodio que irrumpió en la campaña. Entiendo la angustia que le generó a la familia.

–Sí, Malena Galmarini reaccionó contra usted.

–Ella pidió disculpas, yo entiendo la situación que se puede generar y trato de ser comprensivo. Ahora, también tengo que ser objetivo. Y cuando se hizo una evaluación dije cómo puede ser que suceda semejante cosa y se informe al ministerio.

–Usted dijo, como presidente del PJ, que hasta ahora no se había aprovechado a las primarias.

–Pero no solamente el PJ, es una asignatura pendiente de los partidos políticos que definan y ordenen sus candidaturas en las PASO. La ley lo prevé así. Pero acá hay una cuestión anterior muy importante, que es cuidar la gobernabilidad, fortalecer la institucionalidad y la estabilidad económica, social y productiva. Mis esfuerzos están centrados en insistir en este punto. Ya hemos visto en otros momentos cuándo se van engendrando algunos movimientos, luego las consecuencias las termina pagando el pueblo argentino. No podemos dejar que la Argentina vuelva siempre a empezar. En algunos lugares se habla con palabras como “caos” o “transición”, y lo que acaba de pasar es una elección interna para elegir candidatos. Yo pido respeto institucional y personal a la Presidenta.

–Respecto de la institucionalidad, hay dirigentes opositores que ya plantean quitarle al oficialismo la presidencia de la Cámara de Diputados. ¿Qué le parece esa posibilidad?

–Acabo de hacer una definición general que integra todo, porque todos tenemos que actuar con gran nivel de responsabilidad. Eso no significa estar preocupado por el voto popular, por el contrario, porque el voto popular es la voz sagrada del pueblo. Pero todos tenemos que ser responsables, no solamente los tres poderes del Estado. También los actores económicos, sociales, los medios de comunicación, no podemos ser indiferentes o hacer como piensan algunos, que cuanto peor, mejor. Tratemos de mirar para arriba, de superarnos, sobre lo que hemos avanzado seguir construyendo futuro. Busco advertir sobre esta situación por mi experiencia porque he pasado en estos 15 años de mi carrera política momentos muy particulares también, y vengo ocupando las más altas responsabilidades institucionales en el país después de la presidenta de la Nación. Fui vicepresidente, dos veces gobernador y presidente del Partido Justicialista. Tengo que actuar con un compromiso aún mayor. Creo que es necesaria una nueva reunión del Consejo Nacional del PJ, entre las PASO y la elección general, para hacer algunas reflexiones sobre estas cuestiones. Por la composición de ese Partido Justicialista –en el que hay sectores sindicales, gobernadores, intendentes– es muy importante que estemos unidos detrás de estas políticas que son las que han permitido nuevos derechos, crecer, el desarrollo de las economías regionales, generación de puestos de trabajo y, fundamentalmente, ante estas cuestiones que se van instalando en la campaña, que pueden generar en el corto plazo un entusiasmo pero después en el tiempo un problema.