Las fichas en uno de los casos de corrupción que han sacudido los cimientos del Partido Popular comenzaron a moverse en las últimas horas, desde que la ex presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, asegurara que realizará su declaración por escrito en el marco del juicio por la trama Gürtel. Según publicó en su edición de ayer eldiario.es, la ex funcionaria del PP tomó esa decisión para “no darles la satisfacción a los 70 abogados de 70 presuntos corruptos” que aprovecharían su presencia para “ocultar sus corrupciones”. Al menos ése fue el argumento que esgrimió la ex mandataria madrileña luego de ejercer su derecho a no presentarse ante el juzgado tras haber sido citada como testigo por Pablo Ruz, el juez que lleva adelante la causa judicial.

Durante una entrevista concedida al programa televisivo El Objetivo, que conduce la periodista Ana Pastor en La Sexta, Aguirre insistió en su inocencia al señalar que no se había llevado “ni un duro” del caso de corrupción Gürtel y que no conocía al cabecilla de la trama, Francisco Correa. Por otra parte, también manifestó que se encuentra dispuesta a contestar todo lo que sea necesario ante el magistrado para poder aclarar lo que calificó como un “asunto desgraciado”.

La ex presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid también confió que se sentía traicionada por Alberto López Viejo, ex funcionario del PP imputado por recibir sobornos. Durante un tramo de la entrevista, Aguirre definió a su ex consejero de Deportes como una persona “eficaz y que organizaba bien los eventos”. Sin embargo, la mujer fuerte del PP consideró que el nombramiento de López Viejo fue el “que más me ha dolido y más me ha defraudado”. En otro momento de la entrevista con Ana Pastor, la presidenta del PP madrileño, remarcó que la fuerza en la que participa “nunca firmó contratos con empresas de la trama (Gürtel)”. Manifestó, además, que había depositado su confianza en López Viejo porque “era una persona del partido”. Según Aguirre, la imagen del ex consejero de Deportes comenzó a opacarse cuando ella lo convocó a su despacho para que le diera explicaciones, en 2005, sobre un artículo publicado en una revista que aseguraba que él trabajaba con empresas relacionadas con Gürtel. La veterana política insistió una vez más en que en esos momentos no sabía ni quién era Correa.