EL MUNDO › UN LOCO DISPARó CONTRA LA REDACCIóN DE UN DIARIO Y EL FRENTE DE UN BANCO EN PARíS

Cacería humana del loco de la escopeta

El desconocido tiró dos veces contra un fotógrafo freelance del diario, a quien hirió gravemente, y volvió a hacerlo tres veces contra la torre del Banco Société Générale. Antes había intentado disparar en un canal de televisión.

 Por Eduardo Febbro

Desde París

Una auténtica cacería humana se está llevando a cabo en la capital francesa para dar con el hombre que este lunes aterrorizó a París luego de atacar dos blancos. Un individuo corpulento, de tipo europeo, con la cabeza rapada y armado con una escopeta de caño recortado calibre 12, ingresó en la sede del diario Libération a las 10 de la mañana y abrió fuego contra la gente que estaba en la entrada. El desconocido disparó dos veces contra un fotógrafo freelance del diario, a quien hirió gravemente en el tórax y en el corazón. Cerca del mediodía, el mismo individuo fue hasta el barrio de negocios de la Défense, en la periferia de París, y volvió a disparar tres veces contra la torre del Banco Société Générale. Su ruta prosiguió con el secuestro de una persona que conducía un auto y a quien obligó a llevarlo hasta la avenida de los Campos Elíseos. Pero no es todo, las cámaras de seguridad muestran que se trata del mismo individuo que el viernes pasado entró en los locales de la televisión BFMTV e intentó disparar con un fusil semejante al jefe de redacción del canal.

El ataque contra el canal BFMTV fue filmado por las cámaras de seguridad de la televisión. La secuencia dura apenas 20 segundos y permite ver la determinación del individuo quien, al parecer, no disparó porque no pudo accionar el arma. El jefe de redacción de BFMTV contó que el asaltante le dijo: “La próxima vez no te salvás”. Esas imágenes, junto a otras captadas por las cámaras de seguridad del metro, han sido difundidas por las autoridades en busca de testigos. El asalto de este lunes contra el diario Libération fue en silencio. El hombre ingresó a los locales, disparó y salió sin decir una palabra. Nicolas Demorand, jefe de redacción del diario Libération, dijo que habían sido “testigos horrorizados de un drama”. Según Demorand, el hecho es “muy grave en una democracia” porque “si los medios de comunicación tienen que volverse como bunkers, hay algo que no está funcionando bien en nuestra sociedad”. El diario francés sufrió también un ataque en su página de Internet, lo que obstaculizó su reactualización a lo largo del día. La clase política entera condenó estos actos. Desde Israel, donde se encuentra actualmente, el presidente francés, François Hollande, dijo que la prioridad estaba ahora en “detener a quien intentó matar porque aún puede hacerlo”. Al igual que François Hollande, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, consideró que este hecho “constituía un ataque contra la libertad de la prensa”. El ministro francés de Interior, Manuel Valls, expresó también su temor y evocó “un sentimiento de inquietud” porque “mientras (el individuo) no haya sido arrestado, sabemos que puede actuar”. El fiscal de la República, François Molins, precisó que “la pista de un atacante único” es la que actualmente tiene la prioridad.

Imagen tras imagen, resulta sorprendente corroborar la total impunidad con la que se mueve el atacante solitario. En ningún momento pareció ocultar su fisionomía o cambiar de ropa o de aspecto. Los testigos evocan a un hombre “calmo y determinado”. Las autoridades desplegaron un inmenso dispositivo policial en París y difundieron abundantemente las fotos del sospechoso. Hasta ahora no hay ninguna reivindicación de los ataques. Es siempre peligroso sacar conclusiones apresuradas. Los especialistas de la seguridad se inclinaban anoche por un “acto patológico” antes que por un hecho racional, con motivaciones políticas. Los blancos elegidos empañan todo análisis inmediato debido a su carácter no continuo: dos medios de comunicación y un banco. En los dos casos, el ataque contra la emisora BFMTV y el diario Libération, el modo de operar es el mismo: irrupción en el hall de la entrada sin ingresar más adentro en los locales. El tercero, contra el Banco Société Genérale, fue contra la fachada del edificio.

Sin embargo, este incidente interviene en un momento de palpable violencia política. Dos grupúsculos de extrema derecha, Printemps français y Le Renouveau français, salieron de la sombra a la calle con el movimiento en contra de la ley que legalizó el matrimonio entre personas de un mismo sexo. Desde entonces, han sido protagonistas de muchísimos incidentes. El pasado 11 de noviembre perturbaron la ceremonia con la cual se lanzó el centenario de la Primera Guerra Mundial. Un grupo de 70 extremistas irrumpió en el acto gritando consignas contra el presidente francés. Nadie se atrevía anoche a hacer circular una hipótesis política. París es un cerco policial con un despliegue considerable de policías que buscan a un cazador solitario que a nada parece temerle, ni siquiera a que su propia imagen se repita en las cámaras de vigilancia que lo captan en los lugares por donde pasa. En una de ellas se lo ve tranquilamente sentado en el andén de la estación de un metro.

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El atacante ingresa a la redacción del diario, antes de herir al fotógrafo.
Imagen: Télam
 
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