Uno de los jefes del cartel de Los Caballeros Templarios fue capturado en el estado mexicano de Michoacán, informaron las autoridades, que calificaron su arresto como “detención importante” en el marco de la violencia que vive la región y que provocó la intervención de la zona por parte de fuerzas federales.

El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Rubido, informó que el cabecilla, Joaquín Negrete, fue detenido en la comunidad de Los Reyes y que también se detuvo a otro integrante del grupo. En esa región del oeste de México, donde el gobierno desplegó desde el lunes miles de militares y policías federales, operan varios grupos, de los cuales el principal son los templarios, encabezados por Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, y por Enrique “Kike” Plancarte.

“Hoy hubo una detención importante de algún miembro de este grupo criminal”, dijo el ministro de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, antes de que se diera a conocer la identidad. Las palabras de Osorio Chong generan la expectativa de la captura de alguno de los grandes líderes.

El gobierno anunció además la creación de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que encabezará el ex procurador federal del consumidor, Alfredo Castillo. Osorio Chong dijo que no se escatimarán esfuerzos para “recuperar la tranquilidad” en Michoacán y que esta nueva instancia servirá para coordinar los esfuerzos para la pacificación de la región.

“Hoy comienza una nueva etapa en Michoacán para recuperar la legalidad y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones públicas”, dijo Castillo después de su nombramiento. La designación es parte de la nueva estrategia anunciada el lunes por el gobierno de Enrique Peña Nieto, después de más de una semana de violencia, con quema de camiones y bloqueo de rutas que se dan por los enfrentamientos entre miembros de carteles, el ejército y grupos de civiles armados que avanzaron en la región.

Osorio Chong afirmó que las autoridades federales siguen adelante con el desarme de los grupos ciudadanos de autodefensa y descartó que se fuera a permitir que portaran armas. El desarme de las autodefensas –que surgieron para defenderse del crimen organizado– provocó tensiones el martes en el municipio de Antúnez, cuando pobladores quisieron impedir el paso de un convoy militar que había retirado armas y se produjeron disparos.

El gobierno hasta ahora sólo confirmó la muerte de una persona e investiga un segundo caso, denunciado también por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, mientras que las autodefensas afirman que hubo cuatro muertes, entre ellas una niña de 11 años. Pese a la vigilancia militar, en Apatzingán –principal bastión de los templarios, señalado como “centro de control” del cartel– fue provocado ayer un incendio en una farmacia, pero se contuvo el fuego y no se reportaron víctimas.