Desde Bogotá

Más de 30 millones de colombianos podrán elegir hoy a su próximo presidente, tras una campaña marcada por crecientes escándalos y escaso debate de las ideas. Los diálogos de paz que actualmente realizan el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana, Cuba, son el punto electoral central de los candidatos que puntean las encuestas: el presidente Juan Manuel Santos, quien impulsa las negociaciones, y Oscar Iván Zuluaga, opositor de la salida negociada al conflicto, apadrinado por el ex presidente Alvaro Uribe Vélez, también envuelto en las denuncias de supuestos actos criminales alrededor de la contienda electoral.

Santos y Zuluaga reportan un empate técnico en las encuestas más recientes, con una intención de voto de 37 y 38 por ciento, aventajando al opositor Polo Democrático Alternativo y su candidata Clara López, así como al aspirante alternativo de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa. Tímidos en las encuestas, pero profundos en los debates, estos líderes han sido los principales críticos del estilo que tomó la campaña presidencial actual, instando a la renuncia de Zuluaga y al no uso del proceso de paz como herramienta electoral. Santos, por su parte, presenta el sueño de país de la nación colombiana como la principal razón para ser reelegido. Mientras que Zuluaga advirtió que, de ser presidente, decretará una suspensión de los diálogos en La Habana. La candidata del Partido Conservador, María Lucía Ramírez, que aparece relegada en las encuestas, también se opone al diálogo de paz.

“Ha habido una sistemática campaña sucia de envenenar el proceso (de paz) y eso ha generado dudas de cierta gente, pero yo estoy convencido de que el pueblo colombiano es sensato, que el pueblo colombiano quiere la paz y que en las elecciones de ese pueblo se va a manifestar claramente a favor de la paz”, declaró Santos. El primer mandatario heredó la presidencia de Uribe Vélez, de quien fue ministro de defensa, pero se distanció de éste apenas unos meses después de posicionarse en el cargo. Esta semana, durante los debates electorales, explicó que, entre otras razones, los múltiples señalamientos a Uribe de vínculos con paramilitares, pesaron a la hora de tomar distancia de su antiguo jefe.

Por esta razón, gran parte del uribismo se apartó también de Santos y promueve hoy al candidato Oscar Iván Zuluaga del partido Centro Democrático, que arrasó en las pasadas elecciones parlamentarias consiguiendo más del cincuenta por ciento de las curules en el Congreso. Confiado en los indicadores electorales más recientes, el uribismo caminaba seguro en la recta final hacia las presidenciales hasta que esta semana se supo que Zuluaga estaba al tanto de interceptaciones ilegales de un hacker al proceso de paz. El candidato de derecha afirmó que se trataba de un montaje, mientras que se adelantan los trámites para que la Justicia defina si en efecto hubo complicidad en los supuestos crímenes conocidos. Este cuestionado candidato es el favorito para llegar a hoy a presidente de Colombia; si es que consigue más de la mitad de la votos.

Un poco más de 32 millones de colombianos están habilitados para votar hoy en todo el país. Sin embargo, el abstencionismo marcado en las pasadas elecciones del Congreso así como en las votaciones en el exterior son motivo de preocupación de organismos como la Misión de Observación Electoral. Alejandra Barros, directora de la Misión, dijo que “se debe presentar un debate de control político para saber por qué es tan baja la participación en estas elecciones”. Asimismo, señaló que hay provincias con altos riesgos de orden público durante la jornada electoral como Cauca (Sur), Santander (Norte), Córdoba, César, Atlántico y La Guajira (Costa Caribe). En Caquetá (Sur), mientras tanto, se presentaron atentados a la Brigada del Ejército en la Unión Peneya, atribuidos por el Estado a las FARC, que se comprometieron a un cese unilateral del fuego hasta el 28 de mayo próximo.

La OEA, por su parte, manifestó su preocupación porque “la actitud de los candidatos no contribuye en nada a la democracia y que ello desmotiva la participación del pueblo, especialmente de las nuevas generaciones, que deberían tener más interés de participar en los procesos democráticos y en la política”. Juan Camilo Ortiz, ciudadano de 26 años, asegura que “ante las cinco opciones que hay, cuatro prometen las cosas de las que ya estamos cansados, mientras que hay una que es muy sensata, cercana a mi forma de pensar, al pueblo. Creo que va a ganar Santos, pero voy a votar por Clara López”.