EL MUNDO › RENUNCIO EL PODEROSO VOCERO DE TONY BLAIR
La primera cabeza en rodar
El íntimo asesor del primer ministro inglés es la primera baja en el escándalo por el suicidio del experto en armas, que denunció manipulaciones en la información sobre el arsenal iraquí.
El escándalo desatado por el aparente suicidio del experto en armas David Kelly, acaba de cobrarse la primera renuncia en el gobierno inglés. Al día siguiente de que el primer ministro británico Tony Blair fuera interrogado por la comisión que investiga la muerte de Kelly, su muy poderoso director de comunicaciones, Alastair Campbell, presentó su renuncia. El escándalo se desató cuando la BBC reveló que Kelly era la fuente de una serie de investigaciones que apuntaban a que el gobierno inglés exageró las pruebas disponibles sobre el grado de peligrosidad del arsenal de Saddam Hussein para justificar la participación británica en la segunda guerra del Golfo. A poco de revelarse su identidad, Kelly apareció muerto en lo que parece ser un suicidio. El juez James Hutton investiga el caso en una serie de audiencias que se transformaron en una inspección de lo actuado por el gobierno de Blair.
El director de comunicación de Tony Blair, Alastair Campbell, que anunció ayer su dimisión en plena investigación sobre el aparente suicidio del experto gubernamental David Kelly a mediados de julio, es considerado todo un maestro del arte de manipular la información, con el que se ganó el sobrenombre de “spin doctor”. Este ex periodista se vio envuelto en la gran polémica entre el gobierno y la radiotelevisión pública BBC, que lo acusó basándose en declaraciones del doctor Kelly de haber “inflado” los informes sobre Irak para convencer a los británicos de la necesidad de participar en la guerra.
Hijo de un veterinario escocés, Alastair Campbell nació el 25 de mayo de 1957, fue a la escuela en Leicester y después estudió idiomas en la Universidad de Cambridge. Campbell, de 46 años, es la primera víctima -anunciada– de la seria crisis que ha planteado al gobierno británico el aparente suicidio del asesor del Ministerio de Defensa David Kelly, fuente de una polémica noticia de la BBC que acusó al portavoz de “exagerar” un polémico dossier sobre Irak. Aunque su cargo oficial equivale al de un vocero presidencial, Campbell era conocido como “el verdadero viceprimer ministro”, y supo hacerse indispensable en Downing Street, de donde se irá en pocas semanas. A los periodistas políticos británicos no le alcanzaban las palabras para criticar al “spin doctor” de Downing Street. Lo calificaban rutinariamente de manipulador y mentiroso, y lo acusaron de recurrir a la intimidación personal y a todo tipo de presiones contra la prensa. El director de información de la BBC, Richard Sambrook, denunció que Campbell le envió una verdadera avalancha de cartas criticando la cobertura de la emisora durante y después de la guerra en Irak.
Sin embargo, algunos aspectos del personaje también pueden suscitar compasión o simpatía, como la depresión nerviosa que sufrió cuando era periodista o su inclinación por la bebida en el pasado. E incluso las crónicas eróticas que en otros tiempos escribía este atlético seductor, bajo el seudónimo de “Riviera Gigolo”. Además de haber practicado el atletismo, es un apasionado del fútbol, hincha del club de Burnley, en el norte de Inglaterra. Redactor y después jefe del servicio político del diario popular de izquierda Daily Mirror, Campbell empezó a trabajar en 1994 con Tony Blair, cuando éste asumió la dirección del Partido Laborista, por entonces en la oposición.
Primero fue portavoz oficial del primer ministro, tras la aplastante victoria de los laboristas en 1997, y luego alcanzó la dirección de comunicación tras la triunfal reelección de Blair en junio de 2001, desde donde puso en marcha una enorme máquina de comunicar. Y también de desinformar, según sus detractores, que afirman que algunos ministros se convirtieron en simples marionetas suyas. Robin Cook y Clare Short, que renunciaron a sus carteras este año, no se privaron de denunciar las decisiones tomadas sin consultarlas con Blair, que culminaron en la participación británica en la guerra de Irak.
En la mira desde la muerte de Kelly, que fue sometido a una presión nunca vista desde el gobierno por haber hablado con la BBC, Campbell será la primera víctima política de este caso. El ex reportero, que abandonaráDowning Street hacia octubre, sorprendió una vez más a la prensa al anunciar su partida al mismo tiempo que la de Fiona Millar, la madre de sus tres hijos, que hasta ahora era consejera de Cherie Blair, la mujer del primer ministro.
El “spin doctor”, director de comunicación de Blair, y responsable del informe leído ante la Cámara de los Comunes por el primer ministro, tuvo el dudoso honor de servir de tiro al blanco durante semanas y ayer se anunció su renuncia. David Hill, ex jefe de Comunicaciones del partido Laborista británico, sucederá a Campbell como asesor de comunicación de Blair.