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Las brigadas Al Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatah, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, se adjudicaron ayer un ataque contra un automóvil particular en la Franja de Gaza. En el atentado murió un colono israelí y fue herida de bala su mujer embarazada. El ataque tuvo lugar al noroeste de Ramallah y la mujer herida fue llevada a un hospital en Jerusalén, donde se informó que el bebé está fuera de peligro. Al parecer, la acción es en venganza por la muerte, el jueves pasado, de Hamdi Kalakh, fabricante de cohetes para el movimiento palestino Hamas. Kalakh cayó en un ataque de helicópteros israelíes que dispararon misiles contra una casa en la ciudad de Jan Younis, en Gaza. “Quemaremos la tierra bajo los pies de los sionistas por el asesinato del héroe y mártir Hamdi Kalakh”, afirma un panfleto emitido por la organización Hamas el viernes. En el ataque con helicópteros resultaron heridos otras cuatro personas, dos de gravedad, que pasaban por el lugar. Esta semana murieron once personas en ataques similares, con cohetes desde helicópteros, entre ellos cinco militantes de Hamas y dos de la unidad de élite palestina Fuerza 17. Israel reinició su política de asesinatos selectivos después del atentado suicida cometido en Jerusalén hace diez días, en el que murieron 21 personas además del atacante.