EL MUNDO › LA JUSTICIA CHILENA PROCESO A TRES MILITARES
Las víctimas de San Felipe
La Justicia chilena sometió ayer a proceso al general retirado Héctor Orozco, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINA) que comandaba el ex dictador Augusto Pinochet, por la muerte de seis militantes comunistas en 1973 y el secuestro de un soldado desaparecido desde 1978. El juez Daniel Calvo ordenó la reclusión de Orozco y otros dos militares retirados en una base militar de telecomunicaciones.
El coronel retirado Raúl Navarro y el soldado Milton Núñez, además de Orozco, fueron procesados como autores de homicidio calificado de seis personas el 11 de octubre de 1973 en San Felipe, 80 kilómetros al este de Santiago. Según las investigaciones, los sindicados sacaron de una cárcel de esa localidad a seis presos, a quienes llevaron a lugar especial para ejecutarlos en la noche del 11 de octubre de 1973, un mes después del golpe que derrocó al presidente Salvador Allende. Acto seguido, los militares atropellaron los cadáveres con dos vehículos, de acuerdo con testimonios recogidos en el proceso.
La resolución del juez consigna que los hechos ocurrieron en la cárcel de San Felipe, donde estaban detenidos Mario Alvarado, Faruc Aguad, Wilfredo Sánchez, Artemio Pizarro, Pedro Araya y José Fierro. Según se determinó en el proceso, mientras eran trasladados a la vecina cárcel de Putaendo, fueron ejecutados por militares en el sector de Las Coimas.
Orozco fue también procesado por el secuestro del soldado Guillermo Jorquera, quien desapareció el 23 de enero de 1978, en un caso donde también está procesado el brigadier retirado Adolfo Born. Jorquera, que trabajaba en la DINA, fue exonerado del ejército en diciembre de 1977, luego de que durante las investigaciones que realizaba en la Cancillería se extraviaran documentos relacionados con el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, el 21 de septiembre de 1976 en Washington. El día en que desapareció, Jorquera intentaba asilarse en la Embajada de Venezuela, pero fue detenido por agentes de la policía de Carabineros y derivado a dependencias de la DINA, donde su rastro se perdió hasta hoy.