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Aníbal Ibarra y Mauricio Macri llegaron finalmente a un acuerdo y mañana, a las diez de la noche, se encontrarán frente a las cámaras en Canal 7. Pero aunque suene paradójico no habrá debate: allí –según las reglas establecidas por Poder Ciudadano– cada uno expondrá sus propuestas para la ciudad en función de las preguntas que hoy les remitirán diversas ONG y no tendrán posibilidades de cuestionarse entre sí. El esquema acordado favorece al empresario, quien en el debate previo a la primera vuelta demostró tener mucha menos habilidad que el actual jefe de Gobierno para la discusión mano a mano.
La negociación por el debate entre Ibarra y Macri estuvo desde un primer momento cruzada por las conveniencias de cada uno de los candidatos. Antes de la primera vuelta, el ex fiscal quería debatir y el empresario trató de evitarlo. Finalmente, Macri accedió a regañadientes a presentarse en el debate que se organizó en el programa “A dos voces” y no le fue bien.
Superada la primera instancia electoral, fue Macri quien tomó la iniciativa: desafió a Ibarra a debatir, pero en función de su anterior experiencia fijó como condición que el encuentro tuviera lugar en un lugar “neutral e imparcial” y sugirió hacerlo en un ámbito académico.
El desafío del empresario descolocó a los ibarristas: si lo rechazaban, daban la sensación de estar rehuyendo la discusión; si lo aceptaban, el debate se hacía en los términos propuestos por Macri con el objetivo de acotarlo al terreno de las propuestas y limitar la discusión mano a mano en materia política.
Los operadores de Ibarra trataron por todos los medios de revertir la situación y obligar a Macri a debatir en alguno de los programas periodísticos que se ofrecían como escenario para el debate, pero no lo lograron. Las negociaciones quedaron empantanadas y fue entonces que Poder Ciudadano propuso mediar para destrabarlas.
Ibarra y Macri aceptaron el ofrecimiento y sus respectivos jefes de campaña, Carlos Campolongo y Juan Pablo Schiavi, firmaron ayer un acuerdo con el presidente de Poder Ciudadano, Mario Rejtman Farah, para realizar el debate mañana a la noche en Canal 7. Aún en las negociaciones que se desarrollaron en la sede de esa entidad, Campolongo insistió con hacerlo en algún programa periodístico e, incluso, propuso que se eligiera por sorteo. La gente de Macri no dio el brazo a torcer. Así, la única opción posible pasó a ser la que planteó Poder Ciudadano.
El debate comenzará a las diez de la noche y durará una hora. Durante su transcurso, Ibarra y Macri responderán diez preguntas elaboradas por diferentes ONG sobre Economía, Presupuesto y Desarrollo económico; Organización política y participación ciudadana; Educación; Salud; Medio ambiente e infraestructura; Desarrollo social y Seguridad. Ambos candidatos recibirán las preguntas hoy, con lo cual no sería descabellado suponer tanto el ex fiscal como el empresario reciten propuestas aprendidas de antemano. Para contestarlas tendrán un minuto y medio.
También está previsto un bloque en el que Ibarra y Macri podrán formularse dos preguntas entre sí. De todos modos, tampoco habrá mayores sorpresas: según el compromiso que asumieron, los candidatos también tendrán que remitirse hoy las preguntas que vayan a realizarse.
El director de la carrera de Comunicación de la UBA, Damián Loreti, oficiará de moderador. Su papel será acotado y básicamente se limitará a la lectura de las preguntas que hayan formulado las ONG y a marcar el tiempo que cada candidato tendrá para responderlas. Todos los canales que quieran retransmitir el debate podrán tomar la señal del 7.
El desenlace de las negociaciones no convenció a los ibarristas. “Ellos no aceptaban la participación de periodistas ni ningún formato establecido. No quedó otra alternativa que aceptar la propuesta de Poder Ciudadano, porque de lo contrario no había debate y además corríamos el riesgo de dar la imagen de que no queríamos debatir”, se quejaron en referencia a los macristas.