EL MUNDO › TONY BLAIR PIERDE TERRENO FRENTE A GORDON BROWN
La cara del nuevo laborismo
Por Marcelo Justo
El congreso anual laborista, uno de los eventos políticos más importantes de Gran Bretaña, se encendió con el debate en torno de la guerra con Irak. Diputados laboristas criticaron duramente al primer ministro Tony Blair por lo que calificaron de “escandaloso intento de acallar el voto partidario sobre el tema”. Con una nueva encuesta publicada ayer que eleva a un 74 por ciento el porcentaje de los británicos que no están satisfechos con el premier laborista, Blair necesita como nunca antes el apoyo de su propio partido, pero cada vez más los laboristas parecen inclinarse por el ministro de Economía Gordon Brown, verdadero artífice del Nuevo Laborismo.
En su discurso, ayer ante el congreso, Brown se ganó una ovación de pie de dos minutos exaltando valores laboristas tradicionales como el mejor camino para recuperar el favor del electorado. Brown señaló que sus objetivos eran claros: pleno empleo, alta productividad, servicios públicos de primera, y la erradicación de la pobreza infantil y de los jubilados. “Tengan confianza en nuestros principios. Tengan confianza en que los valores de los laboristas son los valores de los británicos. Somos capaces de grandes cosas cuando estamos unidos, cuando somos laboristas”, dijo Brown.
En contraste, la decisión adoptada el domingo de no someter a votación del congreso la política gubernamental sobre Irak puede ser un boomerang para Blair. En principio, lo puso a salvo de una condena abrumadora de su propio partido pero, al mismo tiempo, disparó las acusaciones de “control freak” (obsesionado por el control) que le hacen al premier. “Es vergonzoso que se manipule la agenda del congreso. Creo que la gente nos condenará, y con mucha razón, porque cuando nuestras propias tropas están enfrentando diariamente la muerte en Irak, nosotros decimos que no tenemos tiempo para debatir el asunto”, dijo la diputada Alice Mahon, miembro del grupo Laboristas contra la Guerra.
Las encuestas le dan a Brown la ventaja que no tuvo en 1994, cuando ante el repentino fallecimiento del entonces líder John Smith se tuvo que decidir quién representaría al laborismo en las siguientes elecciones. Según la que publicó ayer el Daily Telegraph, un 70 por ciento de los votantes piensan que Blair “no entiende los problemas de los británicos” y un 54 por ciento que no debería haberse lanzado a la guerra con Irak. Entre los laboristas, sólo un 31 por ciento apoya su liderazgo. No en vano todos los medios han calificado el discurso que pronunciará hoy como el más importante de los que dio en los últimos 10 años ante el congreso partidario.