EL MUNDO › IRAN CONFIRMA EL URANIO Y NO ACEPTA PRESIONES
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Por Georgina Higueras *
Irán dio ayer una nueva vuelta de tuerca en las arduas negociaciones que mantiene con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIOIEA) sobre su programa nuclear y aseguró que “bajo presión no firmará” el protocolo adicional al Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear. “No somos un pueblo que acepte cambiar su política bajo la presión y las amenazas”, declaró el portavoz del gobierno, Abdulá Ramezanzadé. El régimen de los ayatolas reconoció que los inspectores del OIOIEA hallaron uranio altamente enriquecido en una segunda instalación pero niegan tener un programa militar.
Según Alí Akbar Salehí, representante de Irán ante el OIOIEA, el uranio enriquecido encontrado en la fábrica de componentes eléctricos de Kalaye, en los alrededores de Teherán, es consecuencia, al igual que el hallado en la planta de Natanz (centro del país), de la contaminación de las piezas importadas de otros países. “Un grado de enriquecimiento superior al 50 por ciento revela que ha sido efectuado en el extranjero, porque para ello se necesitan numerosas centrifugadoras trabajando durante un largo período”, declaró Salehí.
El uranio se enriquece en un 5 por ciento para uso civil, pero si lo que se pretende es la fabricación de una bomba atómica es necesario enriquecerlo en un 90 por ciento. Especialistas europeos residentes en Teherán creen que Irán tiene en la planta de Natanz más centrifugadoras de las declaradas, que “trabajan” en un programa de enriquecimiento de uranio con fines militares, pero que “aún se encuentran lejos del objetivo”.
En medios diplomáticos europeos se interpreta este eventual endurecimiento del régimen como una muestra de que las negociaciones, que impulsa la Unión Europea, están en marcha. “Se trata de ganar tiempo y obtener el máximo beneficio posible”, sostienen convencidos de que finalmente Teherán cumplirá los requisitos de la resolución aprobada en la última junta de gobernadores del OIOIEA.
La resolución no sólo pide la firma del Protocolo adicional del TNP, sino que exige a Irán transparencia en el uso de la energía nuclear y garantías de que pone fin de inmediato a su programa militar. Irán tiene hasta el 31 de octubre para dar cumplimiento a los tres requisitos de la resolución; de lo contrario, su caso puede ser llevado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde podría enfrentarse a la imposición de sanciones económicas. Inspectores del OIOIEA inician este jueves una nueva misión en Irán. “La investigación será dentro del marco del TNP”, declaró Saber Zaimian, portavoz de la Organización de Energía Atómica iraní, para destacar que no se darán mayores facilidades a los inspectores.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.