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Por Justin Huggler *
Desde Jerusalén

En medio de un conflicto potencialmente peligroso, Israel lanzó ayer una serie de ataques aéreos cerca de Damasco, en lo que fue el ataque más profundo contra Siria en 30 años. Israel afirmó que su blanco era un campo de entrenamiento usado por el grupo radical palestino Jihad Islámica. Y que el ataque fue una respuesta al atentado suicida del sábado perpetrado por este grupo, que mató a 19 personas, entre los que había cuatro chicos, en un restaurante de Haifa. El Consejo de Seguridad de la ONU tuvo una reunión de emergencia en la que Siria pidió la condena a Israel.
El ataque contra Siria fue el primero desde el comienzo de la Intifada tres años atrás, cuando el conflicto se extendió fuera de Israel y las fronteras de los territorios ocupados. Anoche, el Consejo de Seguridad de la ONU tuvo una reunión a puertas cerradas para discutir el ataque después de que Siria exigiera una condena y un encuentro urgente. El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Faruk Al Shara, acusó a Israel de atacar una zona civil, pero agregó que Siria usaría la moderación.
Estados Unidos llamó a los dos países a no agravar el conflicto. “Exhortamos a todas las partes a ejercitar la moderación y a tener en cuenta las consecuencias de sus acciones”, afirmó un comunicado del Departamento de Estado. Y un funcionario que no quiso dar su nombre dijo que Estados Unidos considera que Siria está “en el lado equivocado” en su “guerra contra el terror”. Pero agregó que “urgimos tanto a Israel como a Siria a evitar acciones que agraven las tensiones o lleven a nuevas hostilidades”. Por su parte, un vocero del gobierno británico dijo que “mientras Israel tiene derecho a tomar medidas para protegerse del terrorismo, éstas tendrán que enmarcarse en el derecho internacional”. Francia y Alemania dijeron que el ataque fue “inaceptable”, mientras que la Liga Arabe lo condenó.
Hubo confusión sobre el blanco del ataque en la zona bombardeada, en Ein Saheb, al noroeste de Damasco, que ayer fue sellada por los servicios de seguridad sirios. Una segunda facción palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), dijo que el lugar había sido uno de sus campos de entrenamiento, pero que ahora está abandonado y vacío. No hubo cifras oficiales sobre muertos, pero un vocero del FPLP-CG dijo que un guardia civil fue herido levemente.
Israel presentó un video sin fecha, supuestamente hecho por la TV iraní, en el que se mostraba el campo en cuestión. Allí, un oficial muestra una habitación llena de armas con leyendas en hebreo que, aparentemente, fueron capturadas en Israel. “Esta fue una respuesta mesurada”, dijo Raanan Gissin, vocero del primer ministro israelí, Ariel Sharon. “No atacamos objetivos sirios, sino campos específicos que los terroristas usan para entrenarse”, agregó. Y advirtió que Israel podría atacar otra vez a Siria si este último país sigue permitiendo a las facciones palestinas operar allí. “La operación buscaba enviar un mensaje a Siria y a los líderes de Jihad y Hamas”, dijo. Siria cerró las oficinas de Hamas y Jihad en Damasco después de la guerra contra Irak, pero se cree que seguirá permitiendo a los grupos armados palestinos operar en su territorio. Mientras, Hamas juró vengar el ataque israelí.
Hubo sospechas sobre la hora del ataque, que llegó un día antes del 30º aniversario de la guerra de Yom Kippur con Siria y Egipto, la última vez que Israel había atacado dentro del territorio sirio. También se especuló con que el gobierno israelí podría haber ordenado el golpe contra Siria para distraer la atención sobre el fracaso de su amenaza de expulsar al presidente palestino Yasser Arafat. Harta de los atentados suicidas, la opinión pública israelí le exige a Sharon que actúe, pero Estados Unidos se opone a expulsar a Arafat y el gobierno de Israel parece estar dudando sobre este tema. En cuanto a Arafat, éste designó a Ahmed reia, el primer ministro palestino, como el jefe del gabinete de emergencia y detuvo las consultas sobre la formación de un gabinete completo, una movida que autoriza a reia a tomar acciones inmediatas luego del atentado en Haifa.
El Ejército israelí también orquestó dos ataques aéreos nocturnos sobre Gaza, pero ambos impactaron sobre viviendas que estaban vacías y no hubo víctimas. Además, en Jenín, el ejército demolió la casa del atacante suicida, Hanadi Jaradat, un estudiante de Derecho de 21 años.

* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano.