David Cameron y Barack Obama detallaron hoy nuevas medidas para luchar contra el extremismo islamista en el país y en el extranjero, mientras afirmaban su determinación conjunta para enfrentar el extremismo violento.

A raíz de las conversaciones en la Casa Blanca, los líderes establecieron medidas para hacer frente al crecimiento de la ideología de línea dura en Gran Bretaña y los Estados Unidos y para intensificar la acción contra las fuerzas del Estado Islámico en Irak.

Aunque la agenda –el terrorismo internacional y la economía mundial– era grave y pesada, el equipo de Cameron estará encantado con el cálido homenaje personal que le brindó el presidente Obama. Dijo: “Digan simplemente que David es un gran amigo. El es uno de mis socios más cercanos y uno de mi mayor confianza en el mundo”. El presidente también dijo que las economías británica y estadounidense estaban creciendo fuertemente, por lo que “debemos estar haciendo algo bien”.

Las repercusiones de las atrocidades de París, así como las operaciones antiterroristas en Bélgica y Estados Unidos, dominaron la visita relámpago del señor Cameron a Washington. El primer ministro dijo: “El mundo está enfermo por este terrorismo. No vamos a estar de pie solos en esta lucha. Sabemos a lo que nos enfrentamos y sabemos cómo vamos a ganar. Nos enfrentamos a una ideología venenosa y fanática que quiere pervertir una de las principales religiones del mundo, el Islam, y crear conflicto, terror y muerte. Con nuestros aliados la vamos a enfrentar donde sea que aparezca”.

Obama dijo que la ideología del extremismo violento “había hecho metástasis y se generalizó y entró en las comunidades de todo el mundo”. Pero agregó: “No la considero una amenaza existencial... Estamos representando los valores de la gran mayoría de los musulmanes”.

Los funcionarios británicos y estadounidenses trabajarán en nuevos planes, que se concluirán en seis meses, para combatir la propagación de la ideología violenta a ambos lados del Atlántico. Se centrarán en las formas de trabajar con las comunidades musulmanas para desafiar las ideas extremistas y el diseño de programas de desradicalización, así como medidas contra los jihadistas que regresan de luchar en el extranjero. Se discutirán inicialmente las ideas detalladas en una cumbre antiterrorismo el mes que viene auspiciada por Estados Unidos.

El Reino Unido va a intensificar las operaciones contra las fuerzas del EI en Irak, que el gobierno dice que empieza a dar sus frutos. Se desplegarán aviones no tripulados en el espacio aéreo iraquí para recopilar información sobre el movimiento de las fuerzas del EI, mientras que los expertos británicos están siendo enviados a Irak para asesorar a las fuerzas locales sobre el tratamiento de los artefactos explosivos.

Pero había una nota de diferencia entre los líderes cuando Obama advirtió sobre los peligros de reaccionar exageradamente ante los asesinatos de París. Cameron pidió nuevos poderes para los servicios de Inteligencia en la raíz de los ataques. Obama dijo: “No hay que sentir que sólo porque hemos visto un ataque horrible en París de repente se debe hacer todo paralelamente”, dijo el presidente. “Tenemos que asegurarnos de no reaccionar exageradamente, pero sí mantenernos vigilantes y ser serios con nuestras responsabilidades.”

Durante las conversaciones, los dos líderes acordaron que no debería haber ningún alivio de las sanciones a Rusia hasta que “ponga fin a su agresión” en Ucrania. En un intento por tranquilizar a los miembros de la OTAN en el Este de Europa, Cameron anunció que unos 1000 soldados británicos extra tomarán parte en los ejercicios en la región, llevando el despliegue total a más de 3200. Los ejercicios tendrán lugar en Polonia, los países bálticos, Bulgaria y Alemania.

Cameron tenía previsto regresar a Gran Bretaña la madrugada de hoy de su viaje programado a la capital de Estados Unidos antes de las elecciones generales de mayo.

Cameron aseguró que charló con algunos senadores estadounidenses durante su visita a Washington para dejar clara su posición de que imponer más sanciones ahora “sería contraproducente” y “podría poner en riesgo la valiosa unidad internacional que ha sido crucial” para las negociaciones.

Los senadores están pidiendo sanciones más duras para persuadir a Irán de abandonar su programa nuclear, pero los dirigentes creen que la estrategia actual debe continuar por el momento.

Obama y Cameron advirtieron ayer que las negociaciones que el grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) mantiene con Irán a propósito de su plan nuclear pueden fracasar si –como intenta hacer un amplio sector del Congreso estadounidense– se imponen nuevas sanciones a ese país. “La probabilidad de un colapso de las negociaciones es muy alta si se imponen nuevas sanciones”, dijo Obama en una conferencia de prensa conjunta tras reunirse con Cameron. “Vetaré un proyecto de ley (de sanciones a Irán) si llega a mi despacho. Y dejaré claro al pueblo estadounidense por qué lo hago”, agregó Obama.

El mandatario pidió paciencia a un Congreso donde muchos miembros de su partido, el Demócrata, respaldan la imposición de más sanciones a Irán, al asegurar que “nadie en el mundo, y menos los iraníes”, dudan de su capacidad de imponer nuevas sanciones si las negociaciones fracasan.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.