París tuvo ayer un día agitado, con la detención de doce sospechosos de colaborar con los terroristas, la visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y una amenaza de bomba en una estación de tren de la capital.

Los detenidos serían personas cercanas a los hermanos Kouachi, autores de la masacre de la revista Charlie Hebdo y de Amedy Coulibaly, quien mató a una agente de policía y a varios rehenes de un supermercado kosher de la capital francesa. Las autoridades francesas pretenden investigar si las 12 personas arrestadas organizaron el suministro de armas o automóviles a los terroristas o les prestaron apoyo logístico para perpetrar los atentados en los que murieron 17 personas. La policía informó a la prensa que ocho de los arrestos se produjeron en la localidad de Grigny, una ciudad a una veintena de kilómetros al sureste de París, en la que había vivido Coulibaly durante su niñez y su juventud.

Los detenidos, de acuerdo a lo comunicado por la policía, serían personas con antecedentes por delincuencia común, que se sospecha que pudieron haber prestado algún tipo de ayuda para concretar los atentados. Los arrestos fueron consecuencia de un seguimiento intensivo por parte de la policía, que incluyó el recogimiento de pistas de ADN halladas en la vivienda de Coulibaly y la escucha telefónica a presuntos involucrados.

Por otra parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió ayer con el presidente de Francia, François Hollande, quien le transmitió su solidaridad por los ataques de militares jihadistas de la semana pasada. “Mi visita en Francia tiene como objetivo compartir un gran abrazo con los parisinos y expresar todo el afecto del pueblo estadounidense a Francia por esta gran tragedia que han vivido”, afirmó Kerry a la prensa, al ser recibido por el mandatario francés en el palacio presidencial del Elíseo. El funcionario de la Casa Blanca, quien llegó el jueves por la noche al país galo procedente de la India, se dirigió luego a la sede del semanario satírico Charlie Hebdo y al supermercado kosher en Vincennes para dejar dos ramos de flores.

“Ustedes fueron víctimas de un atentado terrorista excepcional el 11 de septiembre de 2001. Debemos encontrar juntos las respuestas necesarias a la amenaza terrorista”, dijo el presidente francés durante un encuentro abierto a la prensa. Además, agregó que la cooperación entre París y Washington es muy buena, y la reunión internacional contra el extremismo prevista el próximo 18 de febrero en la capital norteamericana servirá para reforzarla.

Kerry transmitió a Hollande las condolencias de su país y ambos acordaron reforzar la cooperación bilateral antiterrorista, lo que implica un intercambio de informaciones sobre la investigación de los ataques sufridos en Francia entre el miércoles y el viernes pasado.

Luego, según informaron fuentes diplomáticas, Hollande informó a Kerry sobre el estado de la investigación sobre los atentados, y ambos hicieron balance de las operaciones antijihadistas llevadas a cabo en Bélgica y el refuerzo de la cooperación en materia de Inteligencia.

La visita del secretario de Estado norteamericano se produce luego de la remarcada y criticada ausencia de altos responsables estadounidenses en la multitudinaria “Marcha Republicana” del domingo pasado, de la cual participaron más de 50 altos dirigentes políticos mundiales.

Por último, la estación de tren de Gare de l’Est fue objeto de una amenaza de bomba ayer por la mañana, según indicó la policía de la capital francesa, después de que una amenaza telefónica y una valija abandonada en la estación desencadenara el terror entre las personas que se encontraban en el lugar. Las fuerzas de seguridad cerraron y evacuaron el lugar e intervinieron el objeto sospechoso con éxito, y en un breve tiempo las operaciones ferroviarias se reanudaron con normalidad.