EL MUNDO › EL GOLPE DE AYER ALEJA A EE.UU. DE SU MEDIACION
Adiós, adiós, proceso de paz
Por Rupert Cronwell *
Desde Washington
El fatal ataque terrorista de ayer imprime un nuevo giro siniestro a la violencia en la región y es un retroceso más para los ya difíciles esfuerzos por recomenzar el “proceso de paz” de Medio Oriente. El ataque solo puede hacer a la administración Bush –que se negó a tratar con Yasser Arafat, el presidente de la Autoridad Palestina– aún más escéptica sobre su habilidad para controlar al terrorismo y sobre la sinceridad del liderazgo palestino al profesar su intención de hacerlo. La reacción inmediata de la administración Bush, presentada por Colin Powell, el secretario de Estado, en una conversación telefónica con Ahmed rie, el primer ministro palestino, fue exigir medidas enérgicas contra el terrorismo por parte de las autoridades palestinas. Washington hace mucho que insiste en que esos pasos son la mínima precondición esencial para la reanudación de las negociaciones.
Más nefastamente aún, las muertes establecen un nuevo precedente en décadas de violencia en Medio Oriente, la primera vez en la historia reciente en que los estadounidenses hayan sido deliberadamente blancos en el conflicto. Más aún, los diplomáticos de Estados Unidos protegidos por los hombres de seguridad que murieron estaban comprometidos en una tarea neutral y eminentemente pacífica, en camino a entrevistar a aspirantes a becas Fullbright. Hasta ahora hubo un acuerdo tácito por el que los palestinos y los israelíes no buscarían blancos europeos o de otros países no involucrados directamente en la lucha. Pero ahora los estadounidenses se han convertido en víctimas. Pocos días después de que Israel lanzara su primer ataque en 30 años sobre un blanco bien adentro de Siria, la explosión de la bomba de Gaza reforzará la sensación de que la crisis crece fuera de todo control. El momento no podría ser peor, mientras la administración Bush muestra señales de desligarse de su rol de mediador, calculando que cualquier efecto serio podría interferir con la campaña para las elecciones de 2004, en este momento la prioridad principal de la Casa Blanca.
Un ataque de bomba con control remoto, evidentemente planeado muy cuidadosamente, que le quita la vida a tres ciudadanos de Estados Unidos, probablemente no aumente el apetito de Bush en involucrarse. De hecho, a las pocas horas del ataque, el Departamento de Estado urgió a todos los estadounidenses a que abandonasen Gaza inmediatamente. De acuerdo con funcionarios en Washington, los hombres en el automóvil eran guardias de seguridad para diplomáticos de Estados Unidos que viajaban en otros vehículos. Los informes de la radio israelí dijeron que funcionarios de la CIA estaban viajando en el convoy, pero Bill Harlow, un vocero de la Agencia, dijo que “no había gente de la CIA” involucrada.
* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.