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El jefe de Comunicación de la presidencia de Brasil renunció a su cargo días después de que se filtrara en la prensa un texto de su supuesta autoría donde expresaba que el gobierno de Dilma Rousseff vive un momento de caos político. Según el documento interno publicado la semana pasada por el periódico O Estado de Sao Paulo, el ministro jefe de la Secretaría de Comunicación de la presidencia, Thomas Traumann, admitió que el gobierno de Rousseff cometió errores en su comunicación institucional, en medio de un desplome de la popularidad de la mandataria. “La comunicación es el mayordomo de las crisis. En cualquier caos político, siempre hay quienes apuntan: la culpa es de la comunicación. Esta vez, no hay dudas de que la comunicación fue equivocada y errática. Pero la crisis es más grande que eso”, indicó el dossier, que no aparece firmado. La dimisión de Traumann fue confirmada por la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, mediante una nota oficial de solamente dos párrafos, en la que se indica que la presidenta brasileña agradeció al ex funcionario por su competencia, dedicación y lealtad mientras se desempeñó como jefe de la secretaría, cargo que en Brasil tiene rango ministerial.

Periodista de 47 años nacido en Río de Janeiro, Traumann fue vocero de Rousseff durante su primer gobierno y asumió como ministro de la Secretaría de Comunicación en febrero de 2014, puesto en el que sustituyó a Helena Chagas. Mientras se conocía la noticia de su renuncia, Traumann publicaba en su cuenta de Twitter las estrofas de una canción del cantor popular brasileño Paulinho da Viola, titulada “Nuevos rumbos”: “Abrí mis velas al mar / Dije adiós sin llorar / Estoy de partida”. Varios medios locales especularon con que su nuevo rumbo podría ser la gerencia de comunicación de la estatal Petrobras, actualmente inmersa en el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil.

Rousseff fue reelegida en octubre pasado, asumió su nuevo mandato el 1º de enero y ratificó a Traumann en el cargo, pese a que, según dijeron fuentes oficiales, ya en ese momento le había planteado su renuncia por razones de índole personal. Traumann es el segundo ministro que deja el cargo en los casi tres meses del segundo período presidencial. El primero fue el titular de Educación, Cid Gomes, quien se alejó del gobierno brasileño la semana pasada tras una acalorada discusión en la Cámara de Diputados, en la cual criticó a los legisladores, entre quienes aseguró que había mayoría de ladrones. Gomes renunció tras llamar extorsionistas y oportunistas a miembros del Congreso. “La declaración obviamente instaura dificultades en la base del gobierno. No quiero crear ningún problema, pedí la renuncia con carácter de irrevocable”, dijo el ahora ex ministro de Educación en declaraciones a la prensa, después de comparecer ante los diputados.

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado de Rousseff que preside ambas cámaras, amenazó con dejar la coalición de gobierno si el ministro no era despedido. Gomes, que asumió el cargo en enero después de dejar el gobierno del estado de Ceará, había dicho en una visita a una universidad que “hay unos 400 o 300 diputados que cuanto peor la situación del país, mejor para ellos”. “Quieren que el gobierno esté frágil porque es una forma para extorsionar más, tomar más, aprovecharse más de él (el gobierno), aprobar más enmiendas impositivas”, agregó en esa intervención. La Cámara de Diputados lo convocó para que explicara estas declaraciones. Su discurso fue interrumpido por el presidente de la cámara, Eduardo Cunha, del PMDB. “No voy a permitir que nadie que sea representante del Ejecutivo agreda no sólo a esta casa, sino que regrese y reafirme esas ofensas”, lanzó. “Es mejor ser acusado por él (Cunha) de mal educado, a ser como él, acusado de extorsionista”, le respondió Gomes. Las declaraciones crearon un alboroto en el plenario y, antes de que saliera, un diputado lo llamó payaso. Al salir del Congreso, Gomes fue directo al Palacio de Planalto, sede de la presidencia. Antes de llegar, el ministro jefe del Gabinete, Aloizio Mercadante, llamó a Cunha para informarle que el ministro abandonaba el cargo.