EL MUNDO › LA MITAD DE LA AYUDA DE EE.UU. A IRAK SE CONVIERTE EN PRESTAMO
El invadido pagará por la invasión
El Senado norteamericano concedió la ayuda suplementaria para Irak pedida por Bush, pero convirtiendo la mitad de ella en un préstamo.
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
En un molesto revés para el presidente Bush, el Senado votó ayer por convertir en un préstamo la mitad de los propuestos 20.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak, sólo días antes de que Estados Unidos trate de persuadir a otros países a que ofrezcan dinero, sin condicionamientos. La rara derrota de Bush en un Capitolio controlado por los republicanos llegó a pesar del intenso lobby hecho por la Casa Blanca, incluyendo sesiones personales entre el presidente y los congresistas vacilantes clave.
Pero aún estas sesiones no pudieron evitar que ocho senadores republicanos rompieran filas y se unieran a la abrumadora mayoría de demócratas que votaban la enmienda. Finalmente fue aprobada por 51-47 a última hora del jueves. Las condiciones del préstamo pueden revertirse en un nuevo voto o simplemente desaparecer cuando la Cámara y el Senado reconcilien sus versiones de la medida que le da al pedido de Bush 87.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak, de los cuales los 20.000 millones son una parte. Pero la rebelión es una señal del creciente descontento público ante el dinero que se envía a Irak, mientras los déficit fiscales y los recortes aumentan internamente.
“Es muy difícil irme a casa y explicar que le hemos dado 20.000 millones de dólares a un país que está sentado sobre un billón de dólares en petróleo”, dijo Lindsey Graham, un republicano de Carolina del Sur que apoyó la propuesta del préstamo. “No se pueden sacar 10.000 millones de dólares de los consumidores mientras la gente está perdiendo sus trabajos.” Tom Daschle, líder demócrata en el Senado, declaró que el voto enviaba un fuerte mensaje “bipartidario” de que las tropas y los contribuyentes de Estados Unidos no “podían seguir cargando con este peso virtualmente solos”.
El revés quita algo de brillo al éxito diplomático de la administración en las Naciones Unidas un día antes, al lograr una unánime resolución del Consejo de Seguridad que pone el sello de aprobación de la ONU a la ocupación estadounidense y británica en Irak. La Casa Blanca sostiene que el convertir todo o parte de los 20.000 millones de dólares en un préstamo enviaría la peor señal posible ante la conferencia de donantes en Madrid, que comienza el jueves. Los países que ya son reacios a contribuir con fondos, estarían aún menos dispuestos a hacerlo si ven que Estados Unidos se asegura la devolución de su dinero después de un cierto período.
En el mundo árabe, fuertemente hostil a la invasión en marzo de Irak y donde el antinorteamericanismo está creciendo todos los días, el préstamo afirmará la creencia de que Estados Unidos fue a Irak no a ayudar a su pueblo sino a asegurarse el control de la industria del petróleo. Complicando más aún este tema, la enmienda del Senado contiene la cláusula que el préstamo puede reconvertirse en una donación si los acreedores extranjeros de Irak, incluyendo Francia, Rusia y Alemania, aceptaban perdonar el 90 por ciento de la deuda oficial, estimada en 130.000 millones de dólares, acumulada por el régimen de Saddam Hussein.
Esto no sólo aumenta el riesgo de que la asistencia a Bagdad se enrede con las espinosas cuestiones de la deuda iraquí y las reparaciones de la guerra. La Casa Blanca sostiene que les dará a los gobiernos extranjeros el control indirecto de una política clave de Estados Unidos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.