Dilma Rousseff festejó ayer la primera victoria política luego de varios reveses judiciales y electorales. La presidenta de Brasil se alzó con el primer round en la pelea que libra con el Senado para nombrar al jurista Luiz Fachin en el Supremo Tribunal Federal (STF). Después de una sesión de cuestionamientos que se prolongó por 12 horas –un record histórico–, la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) de la Cámara Alta aprobó la designación del magistrado por 20 votos a favor y dos en contra. Sin embargo, la batalla decisiva se librará probablemente la semana próxima, cuando el pleno del Senado defina si aprueba el nombramiento del jurista para la vacante dejada el año pasado por la renuncia del magistrado Joaquim Barbosa. La designación de Fachin se enfrenta a la oposición del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal socio de la coalición gubernamental presidente de la Cámara alta, presidido por el senador Renan Calheiros.

El gobierno teme que legisladores rebeldes pertenecientes a la base aliada se sumen a la oposición para rechazar la designación del nuevo magistrado, lo que supondría una dura derrota parlamentaria para Rousseff, quien inició el 1º de enero su segundo mandato con problemas en la relación con el Congreso. Según afirmó ayer el analista Fernando Rodrigues, la aprobación del nombramiento de Fachin por la CCJ supuso “una victoria política –aunque todavía parcial– de la presidenta Dilma Rousseff”, y “una derrota parcial” para Calheiros. Rodrigues sostuvo que el resultado de la votación realizada en los últimos minutos de la noche del martes hace prever que el nombre de Fachin será aprobado también por el pleno de 81 senadores, pero apuntó que, “como se dice en Brasilia, en Brasil no es posible ni siquiera prever el pasado, y menos el futuro”. La presidenta brasileña designó a mediados de abril al jurista Luiz Edson Fachin, de 57 años, para ocupar el puesto que el anterior presidente del STF, Joaquim Barbosa, había dejado vacante en junio pasado luego de anunciar que dejaba el cargo tras 41 años de servicio público.

Según la edición para Brasil del diario El País de España, Fachin tuvo que soportar, en las primeras horas del debate, el clima tenso que atraviesa la relación entre el gobierno y el Congreso. El legislador del PMDB, Ricardo Ferraço, tomó la palabra para señalar que el candidato no cumplía con los requisitos constitucionales, por lo que su nombramiento debía ser suspendido. La controversia sobre la designación del delfín de Rou- sseff estalló la semana pasada cuando el PMDB difundió un informe técnico que señala que entre 1990 y 2006, cuando Fachin era fiscal del Estado de Paraná, habría ejercido ilegalmente como abogado, al participar en casos particulares. Según el senador, la Constitución del Estado, promulgada en 1989, prohíbe esa práctica.

En su defensa, según El País edición Brasil, el abogado dijo que había ganado una licitación pública antes de que la Constitución de Paraná fuera promulgada, y que su nombramiento se produjo justo después de eso. En su defensa, Fachin, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), dijo haber recibido el respaldo de la Asociación de Abogados de Brasil. Por otro lado, el magistrado también recibió el apoyo del legislador de Paraná Alvaro Dias, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y del tucán gobernador del Estado de Paraná, Beto Richa.

En la reunión que tuvo lugar ayer, en la Comisión de Constitución y Justicia, Fachin también fue blanco de las críticas por su relación con el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra y su alineación con el gobierno de Dilma Rousseff. En 2010, el abogado leyó un manifiesto en un video de apoyo a la candidata para la presidencia. Los parlamentarios de la coalición de gobierno afirmaron que la historia de la Corte Suprema está llena de ministros que hicieron campaña política, entre ellos, mencionaron a Ayres Britto y Cezar Peluso e Sepúlveda.