1. La ventaja. River está ganando el duelo de 180 minutos 1-0, por el gol de penal de Carlos Sánchez de la semana pasada. Si el plantel aplica la inteligencia para hacer valer esa diferencia, puede salir airoso de la Bombonera. El equipo tiene a su favor que cualquier empate con o sin goles lo clasifica, y encima cuenta con la chance de que por cada tanto que convierta, lo obliga a su adversario a tener que marcar tres, por el valor que tiene los que son en condición de visitante en caso de igualdad de puntos y goles. De esa manera, aquella ventaja mínima que sacó en el estadio Monumental puede ser determinante para dejar afuera a su máximo rival, como sucedió en la Copa Sudamericana del año pasado.

2. El mediocampo. En el sector de la cancha donde se suele definir gran porcentaje de los partidos, River demostró en la ida que la ubicación de dos volantes centrales le sirvió de mucho. Si bien el equipo cede capacidad ofensiva por perder un volante con más proyección, la lucha en esa zona por la posesión de la pelota será clave. Leonardo Ponzio y Matías Kranevitter se complementaron muy bien el jueves anterior y durante muchos pasajes del juego controlaron a los volantes de Boca. Encima, al estar Ponzio en la cancha, cuenta con un gran ejecutor de pelotas detenidas, ya sea para los tiros libres o los de esquina.

3. La polenta de Mora. La actualidad del uruguayo es la mejor desde su regreso a la institución. Inclusive, por estos días tiene más incidencia que el propio Teófilo Gutiérrez, quien no jugará esta noche por estar suspendido. Mora aprovecha todo el ancho de la cancha para no tener una marca fija, y con sus corridas en diagonal suele complicar a cualquier defensa. En el primero de los tres Superclásicos fue el más destacado de River y estuvo cerca de marcar un gol cuando el partido todavía estaba igualado. Si consigue serenarse frente al arquero cuando tenga alguna oportunidad para definir, podrá ser decisivo para acceder a los cuartos de final de la Copa.

4. La solidez defensiva. Más allá de que tampoco volverá a estar Gabriel Mercado en el lateral derecho, la última línea viene mostrando mayor firmeza que al inicio del año. El puntal de ese rubro es Jonatan Maidana, quien viene ofreciendo seguridad cuando enfrenta a los delanteros rivales, y también es la voz de mando para ordenar al resto de los defensores. Con Funes Mori se entienden muy bien en el centro, y si ninguno abusa del juego brusco podrán ser muy importantes para transmitirles tranquilidad a los demás. Los marcadores externos tendrán que arriesgar un poco más en ofensiva para que River pueda tener llegadas con sorpresa por los costados, principalmente por el lado de Vangioni.

5. El arquero. De la misma manera que ocurrió el año pasado cuando le atajó un penal a Emmanuel Gigliotti en la Sudamericana, que podría haber cambiado la historia, Marcelo Barovero puede volver a convertirse en héroe esta noche. Pero no sólo porque la serie pueda definirse a través de los penales, sino por lo que pueda ofrecer durante el juego. En este aspecto, River descansa en la sencillez que tiene él para resolver acciones de riesgo, y a partir de ahí mantiene su estructura futbolística. Barovero tiene el plus de que en esta clase de encuentros aparece en toda su dimensión, como para no dejar dudas acerca de su personalidad.