Viernes, 17 de julio de 2015 | Hoy
EL MUNDO › UN KUWAITI DE 24 AÑOS ABRIO FUEGO CONTRA EDIFICIOS MILITARES EN EE.UU.
El tirador fue identificado como Muhammad Youssef Abdulazeez. Según un comunicado difundido por el FBI, aún resulta prematuro especular sobre las razones que lo llevaron a cometer el crimen, que además dejó tres heridos. Repudio de Obama.
Cuatro infantes de marina murieron ayer en un doble ataque que al parecer fue perpetrado por un solo hombre contra edificios militares cerca de Chattanooga, en Tennessee, al sur de Estados Unidos. El atacante, indicaron las autoridades estadounidenses, también murió en el tiroteo. El presidente Barack Obama calificó el hecho como un episodio desgarrador. “No conocemos todos los detalles. Hemos identificado a un hombre”, aseguró el jefe de Estado norteamericano, luego de mantener una reunión con el director de la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense (FBI). “Quiero que todo el mundo sepa que seremos exhaustivos y rápidos a la hora de averiguar qué ocurrió exactamente”, aseguró el mandatario. El tirador fue identificado como Muhammad Youssef Abdulazeez, según un comunicado difundido por el FBI, que señaló que aún resulta prematuro especular sobre las razones que llevaron a este hombre de 24 años de origen kuwaití a cometer el crimen, que además dejó tres heridos.
Andy Berke, alcalde de Chattanooga, una ciudad de 170.000 habitantes en el sureste de Tennessee, confirmó en rueda de prensa que en total murieron cinco personas, incluido el hombre que abrió fuego sobre los militares, y que un oficial de policía había sido trasladado al hospital con una herida en un tobillo. Berke describió lo sucedido como una pesadilla al relatar cómo el sospechoso disparó en dos lugares distintos contra soldados antes de enfrentarse con agentes locales.
En primer lugar, efectuó cerca de treinta disparos contra un centro de reclutamiento de la Armada, donde dejó varios heridos, y posteriormente condujo cerca de 10 kilómetros hasta una instalación de la Reserva de los Marines, donde se produjeron las muertes. El fiscal federal con jurisdicción en el distrito este de Tennessee, Bill Killian, indicó que los hechos surgidos del tiroteo serán investigados como un acto de terrorismo interior. La Marina, por su parte, informó en un comunicado que los cuatro hombres fallecidos, todos abatidos en el centro de reservistas de la Marina y de los cuerpos de marines, eran integrantes de esa fuerza y que un reclutador herido había sido dado de alta del hospital donde fue trasladado después de recibir atención médica. Asimismo, un alto funcionario estadounidense manifestó luego del atentado que se escucharon disparos cerca de dos instalaciones militares ubicadas a diez kilómetros una de otra: una base de reservistas de la Marina y un centro de reclutamiento donde hay varias fuerzas armadas asentadas. La misma fuente, de la que no trascendió su identidad, señaló que se oyó, por lo menos, un disparo procedente del perímetro exterior de la base y, desde el centro de reclutamiento, se escucharon “varias ráfagas de disparos”.
Al menos tres personas resultaron heridas, precisó Ed Reinhold, agente del FBI a cargo de la investigación. Reinhold indicó además que el tirador no era empleado de ninguna de las instalaciones militares y que las autoridades no tenían ninguna razón para pensar que no hubiera actuado por su cuenta. El agente del FBI se negó, sin embargo, a decir de qué forma había muerto, si había sido abatido o si se había quitado la vida.
Pese a las explicaciones de que el responsable había actuado en solitario y sin conexión internacional, la sombra del terrorismo islámico radical volvió a sobrevolar Estados Unidos cuando se divulgó el nombre del atacante. El FBI señaló que Youssef Abdulazeez no había sido investigado por las autoridades federales y, tras el ataque, un grupo de agentes federales se trasladó hasta su casa para registrarla. Los canales de televisión norteamericanos difundieron imágenes de los impactos provocados por las balas sobre los cristales del centro de reclutamiento, y casquillos desparramados en el suelo. Según el diario local Chattanooga Times Free Press y la cadena de televisión estadounidense CBS, el atacante, que llevaba consigo varias armas, abrió fuego a las 10.45 hora local (15H45 GMT) y terminó de hacerlo 39 minutos más tarde. La policía de Chattanooga informó en su cuenta de Twitter a las 12.45 hora local (17H15 GMT) que el tiroteo había terminado. Una base de la Marina, así como algunos comercios y varios establecimientos escolares ubicados en inmediaciones a la zona donde se registró el tiroteo, fueron acordonados por las fuerzas de seguridad como medidas de precaución.
Erica White, fue testigo privilegiada del episodio. A través de las ventanas de una peluquería, situada a metros del centro de reclutamiento, alcanzó a observar las instancias del ataque. “Escuché un bum, un bum muy fuerte. Y entonces nos acercamos a la ventana para ver de qué se trataba. Vimos un hombre en un (Ford) Mustang de color plata disparando contra el centro de reclutamiento de la Marina”, precisó en diálogo con la cadena de noticias estadounidense CNN, y afirmó que el hombre dejó de disparar un momento para recargar su arma y que luego siguió tirando contra el edificio.
Según la testigo, después de cambiar el automóvil de lugar, Abdulazeez volvió a tirar contra otra de las oficinas del centro de reclutamiento. El senador Bob Corker, ex alcalde de Chattanooga, señaló en un comunicado que tiene el corazón roto. “Es un día difícil para los habitantes de Tennessee. Enviamos nuestros pensamientos y nuestras oraciones a todos los afectados por esta tragedia”, agregó.
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