Viernes, 24 de julio de 2015 | Hoy
EL MUNDO › WOLFGANG SCHÄUBLE, EL HOMBRE QUE DISEÑO EL PLAN DE AJUSTE PARA GRECIA
El ministro de Finanzas de Alemania llegó al poder de la mano de Helmut Kohl en 1984. Fue clave en la reunificación alemana, superó un atentado que en 1990 lo dejó parapléjico y ahora se convirtió en el tesorero de la Eurozona.
Por Fernando Krakowiak
“¿Por qué no me dejaron morir?”, fue lo primero que Wolfgang Schäuble le dijo a su esposa Ingeborg Hensle apenas se despertó del coma inducido y comprobó que había quedado parapléjico. El viernes 12 de octubre de 1990, el entonces ministro del Interior de Alemania había terminado de dar un discurso de campaña ante unas 300 personas en Oppenau, al sudoeste de Stuttgart, y cuando salía del lugar un esquizofrénico le disparó tres tiros con un revólver calibre 38. Un balazo le atravesó la mejilla y otro le entró por la espalda y le rompió una vértebra torácica, dejándolo en silla de ruedas. “Mi marido apretó los dientes por el resto de la convalecencia y se prohibió a sí mismo la autocompasión. Lo mismo exigió de nosotros”, aseguró su mujer. Ese rasgo de su carácter, que lo distinguió durante su carrera política, volvió a quedar en evidencia en las últimas semanas cuando el ahora ministro de Finanzas de Alemania se mostró inflexible con el gobierno de Alexis Tsipras, llegando incluso a amenazar a Grecia con sacarla de la Eurozona si no aceptaba aplicar un fuerte plan de ajuste fiscal y avanzar con la privatización de activos públicos para pagar parte de su deuda externa.
“Basándome en meses de negociación, mi convicción es que el ministro de Finanzas alemán quiere que Grecia sea empujada fuera de la moneda única para infligir el temor a Dios en los franceses y que acepten su modelo de una Zona Euro disciplinada”, aseguró el ex titular de la cartera de Finanzas griega, Yanis Varoufakis, apenas fue desplazado de su cargo por presión del Eurogrupo. En una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel, Schäuble negó la acusación la semana pasada. “Nunca dijimos que Grecia debía irse de la Zona Euro, sólo advertimos sobre la posibilidad de que Atenas por sí misma pueda decidir tomarse un tiempo afuera”, aseguró.
–En las negociaciones, pareció un padre estricto intentando que sus hijos malcriados entren en razón –le señaló Spiegel.
–Se trata del equilibrio. En casa éramos tres hermanos, y cuando peleábamos, mi padre siempre decía que el más fuerte debía retroceder. Y así es como fue en las negociaciones con Grecia. El que está en una mejor posición debe intentar ayudar al más débil. Yo intenté hacer eso.
En esa entrevista también le preguntaron si no se le estaba exigiendo a Grecia más de lo que podía dar. “Veo las cosas diferentes. En 2009, Grecia tenía un déficit presupuestario del 15 por ciento y un déficit en su cuenta corriente de la misma magnitud. Ambos indicadores muestran que el país estaba viviendo más allá de sus recursos y que había una significativa necesidad de reforma. (...) Mi abuela solía decir: ‘La benevolencia precede al libertinaje’. Hay un tipo de generosidad que puede producir rápidamente lo contrario de lo que se pretende”, aseguró.
Schäuble nació el 18 de septiembre de 1942 en Freiburg, una localidad al sudoeste de Alemania. En 1961, apenas terminó su escuela secundaria, se incorporó a la rama juvenil de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y en 1965 se convirtió en un miembro pleno del partido. Estudió abogacía y economía en las universidades de Freiburg y Hamburgo y se doctoró en 1971. Un año después, fue electo diputado federal en Bonn con apenas 30 años. En 1984, el entonces canciller Helmut Kohl lo nombró jefe de la Cancillería y ministro federal de Tareas Especiales. En 1989 lo puso como ministro del Interior, en reemplazo del ultraconservador Friedrich Zimmermann. Desde ese lugar, desempeñó un papel central en la reunificación alemana. El periodista y cineasta alemán, Dirk Laabs, recordó la semana pasada en el diario inglés The Guardian que Schäuble lideró el equipo que negoció con la Alemania comunista los términos de la integración, exigiendo una política de privatización de activos, muy similar a la que ahora le impuso a Grecia.
El 31 de agosto de 1990, Schäuble firmó en nombre de Alemania Federal el histórico Tratado de Reunificación con el negociador del lado comunista, Günther Krause. Doce días después fue atacado a balazos por Dieter Kaufmann quedando en silla de ruedas, aunque los investigadores descartaron una motivación política al asegurar que el agresor era un esquizofrénico paranoico, según explicó el periodista Hans-Peter Schütz, quien estuvo presente el día del ataque y escribió una biografía sobre el actual ministro de Finanzas alemán.
Al poco tiempo de recuperarse, Schäuble fue protagonista del histórico debate que llevó adelante el Parlamento alemán el 20 de junio de 1991 para decidir si la capital del nuevo Estado unificado debía trasladarse de Bonn a Berlín. “Hoy no estamos frente a una disputa entre dos ciudades sino ante una decisión sobre el futuro de nuestra sociedad. Tenemos que enviar una señal de solidaridad al pueblo de Alemania del Este para dejar en claro que somos conscientes de sus problemas”, dijo Schäuble. Las crónicas de la época coincidieron en que su discurso fue determinante para terminar de inclinar la balanza en una elección cerrada que finalmente respaldó el traslado por 338 a 320 votos.
En diciembre de 1991, asumió la jefatura del bloque de la CDU en el Parlamento y desde entonces se empezó a especular con la posibilidad de que reemplazara a Kohl como canciller, pero finalmente el líder alemán fue reelecto en 1994. En los meses previos a las elecciones de 1998, Schäuble volvió a posicionarse como posible sucesor de Kohl. El entonces canciller lo mencionó incluso como su heredero en un congreso del partido, pero al final Kohl decidió ir una vez más por la reelección y terminó perdiendo con Gerhard Schröder. Luego de la derrota de Kohl, Schäuble asumió la conducción del partido y nombró a Angela Merkel como su secretaria general. Su conducción duró poco más de un año porque el 17 de febrero de 2000 se vio obligado a renunciar al cargo, y a su aspiración de ser canciller, cuando apareció involucrado en una investigación sobre el financiamiento ilegal del partido durante el gobierno de Kohl. De hecho, en enero de 2000, admitió que había aceptado una donación de 100 mil marcos alemanes hecha por Karlheinz Schreiber, un traficante de armas condenado por evasión de impuestos.
Cuando Angela Merkel fue electa canciller alemana, en noviembre de 2005, rescató a Schäuble del ostracismo y lo nombró ministro del Interior, cargo en el que se desempeñó hasta octubre de 2009. Ese año Merkel fue reelecta por primera vez y lo puso al frente del Ministerio de Finanzas, convirtiéndolo al mismo tiempo en el virtual tesorero de la Eurozona, para desgracia de los griegos.
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