EL MUNDO › NUEVA CIFRA DEL ATENTADO EN RIAD
El flanco aliado de W.
Un nuevo balance (aún provisional) sobre las víctimas del atentado del sábado en Riad y atribuido a la red Al-Qaida hablaba ayer de 17 muertos, cinco de ellos niños, y 122 heridos cuando un coche bomba explotó contra un complejo residencial del oeste de la capital saudita. El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró al príncipe heredero saudita Abdalá ben Abdel Aziz que Estados Unidos apoya a su país frente al terrorismo.
“Las búsquedas prosiguen, al igual que la investigación. Se hará público un comunicado actualizado cuando sea el momento”, señaló el ministerio saudita del Interior. El atentado, que provocó una ola de reprobación internacional, fue perpetrado hacia la medianoche del sábado contra un complejo residencial en el que vivían sobre todo árabes extranjeros, así como sauditas y occidentales.
Las autoridades no dijeron si entre los muertos figuraban el o los kamikazes. Trece de las víctimas fueron identificadas: siete libaneses, cuatro egipcios, un saudita y un sudanés. Según las autoridades, los heridos son de 19 países distintos, encabezados por el Líbano (53 personas), seguido por Egipto (17) y Jordania (8). Cuatro estadounidenses y seis canadienses resultaron heridos. La mayoría de los heridos eran leves aunque anoche permanecían hospitalizadas 25 personas.
El atentado fue perpetrado horas después de que Estados Unidos cerrara su embajada y consulados en Arabia por alertas de ataques inminentes en este país. De inmediato el Departamento de Estado norteamericano ordenó a su personal diplomático y sus familias que permanecieran en sus casas y no abandonaran el barrio diplomático. Según la agencia oficial saudita SPA, el príncipe Abdalá se entrevistó con el subsecretario de Estado norteamericano Richard Armitage, que efectúa una gira por Medio Oriente y que llegó anoche a Riad procedente de Irak.