Lunes, 2 de noviembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA A DANIEL MELO, DIPUTADO SOCIALISTA DE CHILE
Melo afirma que los empresarios y la oposición se equivocan si piensan que las complejidades económicas se deben a las reformas que impulsó Bachelet. Y dice que a partir del año que viene se sentirán los cambios educativos.
El diputado chileno Daniel Melo dice que estando en Buenos Aires se siente como en casa. Pero el hecho de que las reformas impulsadas por el gobierno todavía no hayan sido totalmente aprobadas, no le permite quitar los ojos de lo que ocurre en su país. “Yo creo que nos van a medir por si fuimos capaces o no de sacar adelante la ley de educación pública”, reflexiona. Tras su paso por el país como observador del proceso electoral del domingo pasado, Melo dialogó con Página/12 respecto del conjunto de propuestas sociales y económicas planteadas por la presidenta Michelle Bachelet al inicio de su segundo mandato, los escándalos de corrupción que sacuden la vida política del país trasandino y sobre el proyecto de creación de una nueva Carta Magna que permita enterrar los vestigios de la dictadura pinochetista.
Melo sostiene que, más allá de la situación económica por la cual actualmente atraviesa Chile, el paquete de medidas sigue igual de vigente que al momento en que la mandataria asumió la jefatura de Estado, en marzo de 2014. “Es cierto que estamos atravesando un contexto complejo. Pero no por eso cambia el sentido de las reformas”, afirmó. “El año pasado logramos aprobar la reforma tributaria, que nos permitió recaudar más recursos en este momento complicado”, dijo. “Estamos en plena discusión sobre la reforma de la educación superior y de la carrera docente. Yo diría que hay un compromiso de llevar a fondo las modificaciones”. Melo, que representa ante el parlamento al distrito 27 –el cual agrupa tres localidades ubicadas en la zona sur de Santiago–, dijo que a partir del año que viene, la población comenzará a ver los cambios logrados hasta el momento. “En mi distrito, cerca de 10.000 familias no tendrán que pagar ningún voucher o copago para que sus hijos estudien”, precisó.
Sin embargo, el congresista confesó que el bloque gobernante Nueva Mayoría sufre embestidas por parte del sector privado, que se verifican en los discursos que giran en torno a la reforma. “Hubo cierto chantaje en torno de las reformas. Dicen que vivimos complejidades económicas debido a las reformas, sin entender que Chile es una economía abierta al mundo, que sufre la caída del precio del dólar y la desaceleración en China”, se quejó. “El empresariado a veces no entiende que para avanzar, e incluso para tener una sociedad mucho más ordenada, se necesita emparejar la cancha.”
Pero el gobierno no solo es rehén de lo que dice, sino también de lo que hace. El diputado explicó que hay sectores en la oposición que se amparan en mecanismos políticos para bloquear algunas iniciativas. “La Unión Democrática Independiente (UDI), por ejemplo, opera con el veto. En cada uno de los proyectos que a ellos les parece que no resguarda el orden neoliberal, plantean que acudirán al Tribunal Constitucional”, se quejó.
Melo forma parte del Partido Socialista chileno, agrupación política que actualmente preside Isabel Allende. El diputado señaló a la hija del ex mandatario chileno, que llegó al cargo a través de un gran acuerdo entre las distintas vertientes que conforman el partido. “Ella expresa un liderazgo cercano, que está conectado con los temas que inquietan a la ciudadanía”, dijo. “Su presencia sin dudas es una aliciente para que las nuevas generaciones sigamos construyendo desde el pensamiento (del ex presidente chileno, Salvador) Allende, con su figura de mártir, y por su lucha contra la desigualdad.”
Otro de los motivos por los cuales Melo no puede quitar la mirada de su país son los escándalos de corrupción, que afectan tanto a Nueva Mayoría como a la oposición. “La corrupción afectó de manera brutal la imagen presidencial y al gobierno”, admitió. Uno de los más resonantes fue el de Caval, el cual refiere a un supuesto tráfico de influencias ejercido por Sebastián Dávalos, hijo de Bachelet, que le habría permitido, a través de la concesión de un millonario crédito, comprar terrenos que tiempo después elevaron su valor. Otro de los casos más importantes fue el de Penta, el cual mediante la utilización de facturas apócrifas permitió el financiamiento irregular de campañas electorales de políticos pertenecientes a la UDI. “La corrupción atraviesa a la política en su conjunto, por eso me parece que la respuesta debe provenir de todo el sistema político”, opinó. “Debemos saber decir ‘basta’. No puede haber dobles estándares”, sentenció.
El congresista además sostiene que el rol de los medios en el tratamiento de los casos de corrupción contribuyen a aumentar la brecha entre la sociedad civil, la política y el Estado. “La dictadura legó el discurso de la ‘antipolítica’. Con esto digo que a veces da la impresión que los funcionarios no son capaces de resolverle los problemas a la gente”, sostiene Melo, a quien sus colegas apodaron El Todo Terreno, por su costumbre de dialogar con la ciudadanía.
Sin embargo, Melo no se deja engañar. El diputado aseguró ser consciente de que una nueva Carta Magna no acabaría con la corrupción de un día para el otro. “Yo tengo la impresión de que la nueva constitución no va a resolver todos los problemas, pero estoy seguro de que nos va a dar la posibilidad de abordar los temas de la distribución del poder. De esta forma, podríamos revaluar el rol del Estado”, aseguró. La intención de una nueva Constitución, a la cual Melo desea que se alcance a través de una Asamblea Constituyente, es finalmente lograr dejar atrás el lastre de la dictadura. “Esto se nota particularmente cuando se superponen unos a otros determinados principios. En materia educacional, por ejemplo, es más importante la libertad de enseñanza que el derecho a la educación”.
El parlamentario santiaguino recordó el debate que hubo en torno a la creación de farmacias estatales que abaratarían los medicamentos. Melo explicó que en el municipio que él representa finalmente se logró su implementación, pero hubo una discusión muy intensa respecto a si era legal o no hacerlo, ya que la actual carta magna no deja en claro la constitucionalidad de la posibilidad. “Creo que esas son oportunidades que hay que aprovechar, porque así es como se logra que la ciudadanía vuelva a creer en la democracia”.
Informe: Gustavo Gerrtner
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