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Las autoridades belgas emitieron un aviso de búsqueda de un sospechoso clave que habría actuado en los atentados de París. Se trata de Salah Abdeslam, francés de 26 años, nacido en Bruselas –cuyo hermano, Brahim, se inmoló el viernes por la noche delante de un bar en París haciendo estallar explosivos que llevaba adosados–, sobre quien pesa una orden de captura internacional. Abdeslam es requerido por la policía francesa. Los investigadores galos sospechan que podría ser el octavo hombre que participó en los ataques de la semana pasada y no excluyen la hipótesis de un segundo fugitivo. A partir de la orden de captura contra el joven francés, el gobierno belga dirigido por el liberal Charles Michel, que apoya con aviones F-16 a la coalición que interviene militarmente en Siria en su lucha contra el Estado Islámico (EI), decidió elevar el nivel de alerta en el país.

La intensa búsqueda de Salah Abdeslam continúa, tanto en Francia como en Bélgica. La policía belga lanzó anteayer una importante operación para detenerlo, con la sospecha que se encontraba en una vivienda en Molenbeek, una comuna popular de Bruselas. “Había indicios de que se encontraba en Molenbeek. No logramos detenerlo. Esto condujo a elevar el nivel de alerta”, explicó el ministro de Interior belga, Jan Jambon, a la radio pública flamenca. “Salah Abdeslam es calificado como peligroso y podría estar fuertemente armado”, precisó el aviso lanzado por la policía belga. El gobierno decidió elevar a tres –en la escala de cuatro– el nivel de alerta en el reino. La medida empujó a las autoridades a cancelar el partido de fútbol que debían disputar el próximo martes por la noche las selecciones de Bélgica y de España.

Con las amenazas de atentados consideradas como posibles y verosímiles, el gobierno de Michel decidió además desplegar 300 militares adicionales para proteger las estaciones de tren, subte y aeropuertos, indicó la oficina del primer ministro belga en un comunicado. Los efectivos se suman a los 220 militares ya desplegados. El lunes la justicia belga detuvo a Mohammed Amri (de 27 años) y Hamza Attou (de 21 años), acusados de haber cometido un atentado terrorista, jóvenes que fueron controlados por la policía francesa cuando viajaban en el mismo vehículo que Salah Abdeslam el sábado por la mañana, en la autopista ubicada a 60 kilómetros de la frontera con Bélgica. Ambos niegan haber participado en los atentados de París e indicaron a los investigadores que sólo respondieron al llamado de Salah, quien les pidió que fueran a buscarlo a la capital gala. El abogado de Amri, Xavier Carrette, declaró en una entrevista con el canal de televisión RTBF, que su cliente dijo ignorar todo lo que pasó en París y que Salah Abdeslam, “un amigo del barrio” –según el letrado–, no habló del tema durante el viaje. Los dos jóvenes acusados afirmaron, según una fuente judicial, que dejaron a Salah Abdeslam el sábado por la mañana en Bruselas, pero en su declaración, sin embargo, dieron dos lugares diferentes. “Las fuerzas de seguridad belgas hacen todo lo posible para hallar a este hombre y detenerlo”, aseguró el ministro del Interior belga, Jan Jambon.

El hermano de Salah Abdeslam, detenido el sábado por la tarde en una importante operación policial que tuvo lugar en Molenbeek y que en principio fue vinculada a la investigación de los atentados parisinos, pero que fue liberado sin cargos el lunes, declaró ayer. “Evidentemente, le aconsejo que se entregue a la policía”, dijo Mohamed Abdeslam en una entrevista en Bruselas difundida por el canal de televisión francés BFMTV.

En este sentido, Mohamed Abdeslam salió en defensa de su hermano. “Lo mejor sería que se entregue para que la justicia esclarezca esta historia –insistió ante el periodista de BFMTV–, ya que le recuerdo que Salah no fue aún indagado por la policía y, por lo tanto, es presuntamente inocente”, dijo Mohamed durante el reportaje. “No sabemos en donde puede estar. Claro, una fuga se organiza, cuesta mucho dinero, no puede quedarse entre cuatro paredes esperando a que lo vengan a buscar”, agregó el joven, que definió a su hermano como un joven normal. “Soy uno de los hermanos de Abdeslam pero de ninguna manera estoy relacionado con lo que sucedió el viernes 13 en París”, aseguró.