Sábado, 5 de diciembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › LA FORMACION DE MARINE LE PEN ES FAVORITA EN LAS ELECCIONES REGIONALES DE MAÑANA
Los atentados desataron una ola de terror y xenofobia de la que el ultranacionalista partido tiene experiencia en sacar provecho. El Frente Nacional tiene grandes posibilidades de ganar por primera vez en al menos dos regiones.
Aún golpeada por los atentados terroristas de París que dejaron 130 muertos a mediados de noviembre, y en medio de un inexorable avance de la extrema derecha, Francia celebrará mañana unos comicios regionales que funcionarán como el último test electoral antes de las presidenciales de 2017.
Todos los sondeos previos anticipan que el ultraderechista Frente Nacional (FN), de Marine Le Pen, tiene grandes posibilidades de ganar por primera vez en al menos dos regiones, en línea con la progresión lograda el año pasado en las elecciones municipales y para el Parlamento europeo.
Le Pen es considerada favorita en la norteña región del Norte-Paso de Calais, y su sobrina Marion Maréchal-Le Pen en la sureña Provenza-Alpes-Costa Azul, según señaló el diario Le Monde.
Un promedio de encuestas citadas por el periódico La Croix, en tanto, asigna entre el 27 y 30 por ciento de intención de voto para el FN a nivel nacional, y señala que además de las dos regiones señaladas, el partido ultraconservador puede albergar ambiciones en otras dos donde lo sitúan ahora a la par con la oposición de derecha. “Hace varios meses, yo decía que teníamos posibilidades de victoria en cuatro o cinco regiones. Ahora esperamos confirmarlo”, declaró recientemente Marine Le Pen.
Mañana será la primera vuelta de los comicios, en la que se elegirán los representantes en los consejos regionales que a su vez designarán, como órgano colegiado, una especie de presidencia regional.
Si en esta primera vuelta ningún partido alcanza el 50 por ciento, lo que ocurre la mayoría de las veces, se seleccionan los partidos habilitados para competir en la segunda vuelta, el siguiente domingo 13. Para pasar al segundo turno, los partidos deben superar el 10 por ciento de los sufragios, aunque con el 5 por ciento están habilitados para realizar alianzas y colocar candidatos en otras listas, teniendo posibilidades así de acceder a bancas en el consejo.
La mayoría de las presidencias regionales las tiene hoy el gobernante Partido Socialista (PS), del presidente François Hollande, tras las excelentes elecciones realizadas en 2010, en pleno gobierno del entonces presidente Nicolas Sarkozy, actual líder del principal partido de la oposición, Los Republicanos.
Sin embargo, los sondeos indican que este escenario probablemente se modifique ya que la baja popularidad del presidente Hollande –pese a haber sido impulsada tras los atentados de noviembre– será determinante. Ocurre que los atentados y la respuesta estatal, además de empujar hacia arriba la imagen presidencial, también desataron una ola de terror y xenofobia de la que el partido ultranacionalista tiene experiencia en sacar provecho.
El socialismo francés llegó al gobierno en 2012 con promesas de cambio respecto de las políticas económicas y financieras implicadas en la crisis económica que golpea el continente desde 2008, pero la debilidad con que abordó estas problemáticas y la falta de mejoras en los indicadores de empleo son algunas de las razones por las cuales su gestión es altamente desaprobada.
El ex primer ministro conservador François Fillon dijo esta semana a la prensa local que la extrema derecha “progresa porque los franceses están en cólera”, mientras Jean-Christophe Cambadélis, del PS, sostiene, por su parte, que “los sondeos no miden el voto frentista, miden el miedo en Francia” porque “hay un partido del miedo que estructura el Frente Nacional”. Los atentados jihadistas del 13 de noviembre, que además de 130 muertos dejaron casi 370 heridos, anularon prácticamente la campaña electoral para las regionales.
El partido de Marine Le Pen se siente reforzado en su discurso nacionalista y antimigrantes a raíz de la información de que dos de los atacantes suicidas que se inmolaron en París llegaron a Francia desde Grecia, donde entraron entre los inmigrantes.
Al PS, que dirigía desde 2010 todas las regiones de Francia salvo una, los sondeos le atribuyen entre 22 y 26 por ciento de las intenciones de voto en la primera vuelta, y podría conservar sólo tres, por lo que tendrá que movilizar su electorado si quiere evitar la derrota que le adelantan las encuestas desde hace meses. En cuanto a Los Republicanos (LR), de Sarkozy, aún pretende ganar en la mayoría de las regiones, pero las intenciones de voto en su favor (25 a 28 por ciento) retrocedieron en beneficio del FN.
El resultado de los comicios dependerá en gran medida de la actitud que adopten el PS y el LR en la segunda vuelta en las regiones en las que el FN tiene posibilidades de ganar: retirar sus listas en favor de la otra formación o incluso aliarse para impedir la victoria de la extrema derecha, o bien mantenerse para una segunda vuelta triangular, que podría favorecer al FN.
El primer ministro socialista Manuel Valls se declaró dispuesto a “hacer todo” lo necesario para impedir una victoria del FN, pero Sarkozy rechazó ayer la hipótesis de un “frente republicano” contra la extrema derecha.
Estos comicios son los últimos previstos en Francia hasta las presidenciales de 2017, para la cual los sondeos dan también a Marine Le Pen en cabeza de las intenciones de voto en la primera vuelta.
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