En uno de sus momentos más críticos y a dos meses de los comicios presidenciales, Hillary Clinton canceló un viaje a California, en el marco de la campaña electoral, por una neumonía. A poco de confirmarse el diagnóstico, su equipo informó que la candidata demócrata había anulado actos previstos para ayer y hoy en San Francisco y en Los Angeles. “Clinton estuvo sufriendo un resfrío vinculado con procesos alérgicos; el viernes, durante una revisión sobre su resfrío prolongado, fue diagnosticada de neumonía. Ha sido puesta bajo antibióticos y se le sugirió descansar y cambiar sus horarios”, dijo su médica, Lisa Bardack, quien además aconsejó la suspensión de las apariciones públicas de la ex secretaria de Estado.

Brian Fallon, vocero del equipo de campaña de Clinton, afirmó ante la prensa que la neumonía diagnosticada es el único problema que padece la líder demócrata y salió así al cruce de especulaciones sobre su estado de salud. “Puedo asegurar que no hay otro problema médico que no haya sido divulgado. La neumonía es todo lo que hay’’, dijo Fallon en una entrevista con la cadena MSNBC, y adelantó que la intención del comité de campaña es divulgar “en los próximos días información médica adicional” sobre Clinton.

De hecho, agregó el vocero, Clinton –de 68 años– podría retomar su carrera hacia la Casa Blanca después de tomarse unos días de descanso, siguiendo así la recomendación médica de guardar reposo. “Creo que en la segunda mitad de esta semana ella estará de nuevo en campaña’’, deslizó el portavoz.

La candidata presidencial se desempeñaba como senadora por el estado de Nueva York en el momento de los atentados a las Torres Gemelas; muchos recuerdan cómo recorrió la zona devastada cuando terminaron los trabajos de los rescatistas. De hecho, sus esfuerzos para ayudar a las víctimas y garantizar la reconstrucción del corazón de Manhattan fueron siempre la columna vertebral de su campaña electoral.

Con todo, su principal adversario, el conservador Donald Trump, deseó ayer una pronta recuperación a su rival, pero volvió a sugerir que Clinton no es completamente honesta sobre su estado de salud. “Algo está pasando, pero tengo la esperanza de que se recupere y vuelva a la campaña; ya la veremos durante el debate entre candidatos”, dijo el magnate en una entrevista con la red de televisión FoxNews.

Trump puso en duda la semana pasada el estado de salud de la candidata demócrata por una tos que forzó a Clinton a interrumpir un discurso durante un acto público, postura que disparó la ocurrencia de algunos electores conservadores, que sin ningún tipo de base real comenzaron a especular en las redes sociales con que Clinton podía sufrir un tumor cerebral, demencia senil o mal de Parkinson.

El problema de salud ocurre en un momento crítico para Clinton, quien es cuestionada por negarse a divulgar datos concretos sobre su estado de salud, en un contexto general de falta de transparencia. Un sondeo de la cadena CNN divulgado el martes pasado mostraba a Trump por delante de Clinton, con una leve ventaja de 45 a 43 por ciento. Otra encuesta, esta vez difundida por NBC News mostró a Clinton llevando la delantera con una ventaja de 48 a 42 por ciento sobre el candidato de los muros.