“Después de haber realizado una larga investigación interna” tras nueve meses de Gobierno –luego de recibir varias denuncias y reclamos de explicaciones–, la secretaria de Ética, Transparencia y Lucha contra la Corrupción (ex Oficina Anticorrupción-OA), Laura Alonso, detectó que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, “no incurre” en incompatibilidad para el ejercicio de su función pero recomendó al ex CEO y actual accionista de Shell que se desprenda de sus acciones. Debe “adoptar alguna medida patrimonial” como la constitución de un fideicomiso ciego de administración y disposición de esos bienes, dijo la funcionaria macrista sobre el ministro. “Tendrá que hacerle caso a la OA o dejar de actuar”, sumó el presidente provisional del Senado, el también macrista Federico Pinedo, pero consideró que las acciones que Aranguren posee en la petrolera angloholandesa son una “cucharita de té en el mar” patrimonial de la compañía.

El ministro que diseñó –con el visto bueno del presidente Mauricio Macri– el tarifazo en los servicios esenciales de agua, luz y gas es uno de los funcionarios mas cuestionados de la gestión de Cambiemos. La extensa trayectoria de Aranguren como CEO de Shell en la Argentina y su actual condición de accionista de la petrolera puso bajo sospecha la “compatibilidad” del ministro en su gestión de acuerdo a la ley de Etica Pública. El dictamen de Alonso intenta despegar al ministro, pero terminó por dejar más expuesto sus vínculos accionarios con las petroleras que debe controlar. Las amables palabras de Pinedo sobre Aranguren también pegaron en la línea de flotación del ministro.

“El trabajo de la Oficina Anticorrupción es prevenir. Por eso le pedimos a todos los funcionarios que crean que podrían tener un conflicto de interés, que nos consulten y si llegaran a tener una sospecha y tiene que tomar una decisión sí o sí y tienen una duda que deleguen la firma. Que la deleguen hacia arriba o que la deleguen hacia el costado”, señaló Alonso para argumentar que las decisiones que adopte Aranguren y que beneficien a Shell se pueden salvar simplemente con que la firma que aparezca sea de sus subordinados, sus pares o el Presidente.

Duramente cuestionada por retrasar definiciones sobre incompatibilidades de Aranguren y al menos otra docena de ex CEOs que ahora deben investigar o controlar a las compañías que antes dirigían, Alonso salió a promocionar su resolución. “El dictamen que sacamos sobre Aranguren es modelo, lo deberían leer en forma obligatorio todos los funcionarios porque la Ley de Ética Pública es para todos; no sólo el Poder Ejecutivo sino también los jueces, fiscales, defensores oficiales y legisladores”, afirmó la funcionaria macrista en declaraciones radiales.

Alonso enseguida señaló que solo se trata de una “recomendación”. Dijo que su tarea “tiene el poder de recomendación, pero no podemos obligar a un funcionario” a actuar en ese sentido y recordó que la OA “ha hecho recomendaciones a otros funcionarios que fueron bien recibidas y han actuado apegados a las normas”. “Además de ser honestos, austeros, probos e íntegros, los funcionarios tienen que ser prudentes. Lo dice el código de ética pública. Cuando estén frente a una situación reñida con los principios de ética pública que podrían generar dudas, tienen que autolimitarse y consultar a la OA”, agregó.

“Si (la OA) le dijo (al ministro de Energía) tenés que vender todas tus acciones, (Aranguren) tendrá dos caminos: hacerle caso o dejar de actuar”, reconoció Pinedo al responder una consulta sobre la “recomendación” de Alonso de desprenderse de sus acciones Royal Dutch Shell Plc, de la cual Shell Capsa es la filial argentina. Pero Pinedo salió rápidamente a defender a Aranguren: “Es uno de los tipos más honestos que tenemos. Es un tipo de primera, honesto, y cualquier decisión que tome va a ser ética porque él es ético y la ética no es ‘piripipí’”, aseveró el senador.