La corte suprema de Brasil indultó ayer por los delitos de corrupción por los que fue condenado en el escándalo del “mensalao” al ex jefe de gabinete José Dirceu, uno de los hombres más influyente del Partido de los Trabajadores y ex mano derecha del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó ayer la cadena Globo.

Dirceu había sido condenado en 2013 a 7 años y 11 meses de prisión por corrupción activa por el llamado mensalao, la red de distribución de dinero a partidos aliados que estalló en 2005 y causó una grave crisis política en el primer gobierno de Lula. Sin embargo, Dirceu no será liberado porque está preso y condenado en primera instancia a 20 años de cárcel porque el juez Sergio Moro lo encontró culpable de corrupción en el escándalo Petrobras, al afirmar que el ex dirigente del PT lavó dinero de empresas dando consultoría internacional.

Dirceu fue detenido inicialmente en régimen semiabierto, en el que el detenido puede salir de la prisión durante el día y volver por la noche para dormir. En noviembre de 2014 obtuvo la prisión domiciliaria. En septiembre de 2015, Dirceu fue llevado a una corte federal en Curitiba por el caso Petrobras y el juez Sergio Moro ordenó la detención preventiva en esa investigación.

La decisión de indultar a Dirceu fue del ministro Luis Roberto Barroso a pedido del fiscal general, Rodrigo Janot, en base a los procedimientos para otorgar los perdones navideños. Ex guerrillero y ex titular del PT, Dirceu fue jefe de gabinete de Lula hasta 2005, cuando renunció por el escándalo del mensalao, una red de distribución de dinero a aliados del gobierno.

Por otro lado, cientos de personas participaron en la madrugada de ayer de una vigilia para “proteger” de una eventual detención al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ante los rumores que indican que esta semana el juez Sérgio Moro, del caso Petrobras, puede ordenar su arresto.

Convocados por Facebook, los manifestantes se congregaron frente al edificio donde vive Lula cortando parte de la Avenida Prestes Maia, en Sao Bernardo do Campo, en el Gran San Pablo, al grito de “Lula, guerrero del pueblo brasileño”.

Una nota en un blog de izquierda con buena información sobre asuntos policiales y judiciales había anticipado la semana pasada que en las próximas horas el juez Moro iba a detener a Lula, en una causa en la cual el magistrado investiga al ex presidente sobre su posible nexo con la trama de corrupción en la empresa estatal Petrobras. Moro procesó y está juzgando a Lula en primera instancia al aceptar un pedido de la fiscalía que indica que el ex presidente recibió de la empresa OAS un departamento frente al mar en el balneario de Guarujá, estado de San Pablo.

Lula niega ser el dueño del inmueble y se dice víctima de persecución por parte de Moro, pero además hay otros dos procesos abiertos contra el ex presidente en la justicia de primera instancia de Brasilia.

La vigilia frente al departamento de Lula en Sao Bernardo do Campo había comenzado por algunas personas autoconvocadas por Facebook a las 21 y se reforzó a las cinco, con la presencia de militantes del PT y del Sindicato de Metalúrgicos. En Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro, el Partido de la Causa Obrera (PCO), trotskista, pegó este fin de semana carteles con la leyenda “No a la prisión de Lula. Abajo el golpe”.