EL MUNDO › LA MEDIACION DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL PARA HAITI
El plan A fracasa con los caníbales
Mientras el presidente Jean Bertrand Aristide, presionado por una agudizada crisis, aceptaba la propuesta de los mediadores, la oposición, entre ellos el Ejército Caníbal, continuaba reclamando la salida del mandatario.
No parece haber solución a la crisis en Haití. Los mediadores internacionales fracasaron en encontrar una salida negociada, luego de que la oposición rechazara retirar su reclamo para que el presidente Jean Bertrand Aristide renuncie, dijo el canciller de Bahamas. El mandatario había anunciado que aceptaba el plan de paz internacional, que respeta su mandato aunque recorta sus poderes. Sin embargo, la oposición, que rechazó la iniciativa, está considerando alternativas y podría presentar una nueva propuesta mañana, fecha límite impuesta por los mediadores. Por otra parte, el director de una radio de Haití resultó gravemente herido ayer por disparos de un desconocido en Cap-Haitien.
El propio Aristide declaró que aceptaba “totalmente” ese plan, que además prevé la designación de un nuevo gobierno “multipartidista” para el país y la creación de las bases para celebrar unas elecciones “limpias”. El mandatario aseguró que no prevé abandonar el cargo antes de 2006, cuando concluye su mandato, dijo además que aceptó el plan de paz porque con este se permitirá crear “un entorno seguro” para la celebración de elecciones. Después de conocerse la respuesta de la oposición, “el presidente acordó continuar en base al plan existente y a la respuesta de la oposición democrática”, dijo el canciller de Bahamas, Fred Mitchell.
La oposición política y civil de Haití se unió ayer para rechazar cualquier compromiso internacional que implique mantener en el poder al presidente Aristide, a quien consideran como el único responsable de la violenta crisis en ese país. Esos opositores, que reivindican ser pacíficos, no incluyen a los rebeldes armados que controlan desde principios de febrero varias ciudades y localidades de Haití y que reclaman también la salida del jefe de Estado, ya que consideran que no se puede esperar ninguna solución del actual presidente.
“Contrariamente a las promesas hechas por Aristide, se ha restringido cada vez más el espacio democrático en Haití”, dijo ayer una portavoz del Grupo de los 184, Yanick Lahens. Mientras más rápido se produzca la salida de Aristide, “más rápido se alejará el espectro de la guerra civil y de la catástrofe humanitaria en Haití”, agregó. El plan de paz había sido rechazado de plano y la única salida propuesta por la oposición era la dimisión de Aristide. Sin embargo, posteriormente aceptó presentar una alternativa al plan.
La delegación internacional está encabezada por el diplomático estadounidense Roger Noriega, quien se encuentra acompañado de mediadores de Francia, Canadá, el CARICOM (Comunidad de Estados del Caribe) y la Organización de Estados Americanos (OEA). El plan de paz contemplaba una repartición de poderes, con el nombramiento de un nuevo primer ministro, neutral e independiente. También respeta el mandato de Aristide, que debe concluir en febrero de 2006. La oposición se niega a admitir este último punto, lo cual complicó singularmente la tarea de la comunidad internacional. “No hay plan B”, reconoció el viernes un diplomático de alto rango en Puerto Príncipe.
La oposición se había endurecido tras los actos de violencia cometidos en diciembre por partidarios armados del poder. Luego de esos disturbios que dejaron 25 heridos, la Convergencia Democrática y el Grupo de los 184 decidió unir sus esfuerzos creando un movimiento único, bautizado “Plataforma democrática de la sociedad civil y los partidos de oposición”, que en una resolución formalizó su demanda de un cambio de poder.
Estados Unidos y México recomendaron a sus ciudadanos que abandonaran el país caribeño por el peligro que les acecha por la actividad de los rebeldes contrarios al régimen de Aristide. Washington ordenó también la retirada de todo el personal no imprescindible y sus familias de la embajada en Haití. Por otra parte, el periodista radial Pierre Elie Sem resultó gravemente herido al recibir dos disparos en Cap Haitien, al norte del país. Según informaciones procedentes de esa ciudad, fue atacado por desconocidos mientras conducía su vehículo.