EL MUNDO › COMO ES EL JUEGO ELECTORAL DE HOY
Izquierda con chance
Por E. F.
Desde París
Francia vuelve hoy a las urnas con la clara intención de confirmar el voto emitido el domingo pasado en la primera vuelta de las elecciones regionales y cantonales. Tras casi dos años pasados casi en el olvido, los socialistas –aliados con los ecologistas– salieron fortalecidos con más del 40% de los votos frente a una derecha que, con 34%, quedó en pésima posición para el voto de hoy. Tras las elecciones regionales de 1998, los conservadores pasaron a controlar 14 de las 22 regiones metropolitanas. Según las encuestas, la izquierda francesa está en condiciones de recuperar casi la totalidad de las regiones en juego.
El desgaste del actual primer ministro Jean Pierre Raffarin, la consolidación del concepto de “izquierda unida” –socialistas, comunistas y ecologistas– y la desaparición en tanto que amenaza electoral de la extrema izquierda francesa explica el renacimiento de los sectores del progresismo democrático. A su vez, la derecha gobernante aparece mucho más debilitada debido al “contrapeso” nocivo que ejerce la extrema derecha y su 16% de los votos. Los candidatos del extremista Frente Nacional pasaron a la segunda vuelta en 17 regiones, provocando así duelos triangulares –derecha-extrema derecha-izquierda–, que no favorecen a los candidatos del oficialismo. Pero además, lo que está en juego este domingo es el futuro del gobierno y de Raffarin. Si su derrota llega a ser –como se prevé– profunda, es muy probable que el actual gabinete renuncie. Los círculos políticos adelantan el nombre del muy popular ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, para ocupar la jefatura del gobierno. El margen del cambio estará en gran parte determinado por lo que ocurra en Ile de France, la región clave del país, con 11 millones de habitantes y dentro de la cual se encuentra la capital francesa. Si la izquierda la conserva, el gobierno se quedará sin la única victoria que podría consolar a la mayoría. En este contexto, la victoria de uno u otro campo está condicionada por la actitud que asuman los electores de la extrema derecha. Ellos definirán el mandato del próximo gobierno.