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Los rebeldes que mantienen secuestrados a tres italianos en Irak, desde hace dos semanas, amenazaron ayer con matarlos y, como extorsión, afirmaron que sólo evitarán su ejecución si el pueblo italiano organiza una “protesta” en los próximos cinco días contra la presencia militar extranjera en Irak, ultimátum no aceptado tanto por el gobierno como por la oposición italiana. Por otra parte, una patrulla española fue emboscada a dos kilómetros de Diwaniya, cuando inspeccionaba una de las rutas de salida hacia Kuwait, que podría ser utilizada para el repliegue de las tropas españolas. Seis iraquíes murieron y siete fueron detenidos –tres de ellos heridos– en el segundo enfrentamiento armado con el contingente español en menos de 24 horas. Además, ocho iraquíes y dos soldados estadounidenses murieron ayer en combates en Faluja.
La patrulla española fue atacada por entre 20 y 25 milicianos vestidos de negro, indumentaria habitual del Ejército de Mahdi dirigido por el clérigo radical chiíta Muqtada al Sadr. Ningún soldado español resultó herido en los enfrentamientos. Ante la notoria superioridad de fuego de los españoles, los milicianos chiítas se refugiaron en un túnel que cruzaba bajo la carretera y fueron rodeados por las tropas españolas, que les instaron a rendirse a través de megafonía y con ayuda de traductores. Algunos de los asaltantes se rindieron, mientras que otros consiguieron darse a la fuga o fueron detenidos con apoyo de la policía iraquí. Estas agresiones contrastan con el llamamiento que hizo Al Sadr, después de que el gobierno español diera a conocer la decisión de retirar sus tropas, de acabar con los ataques contra los soldados españoles. También llama la atención que se produzcan esos ataques tras la oferta que hizo uno de los portavoces milicianos de proteger el contingente con miembros del Ejército del Mahdi durante el repliegue.
Los portavoces del contingente subrayaron que los militares españoles actuaron “en legítima defensa” y que a los agresores “se los sitió y se les dio la oportunidad de rendirse”. También indicaron que el uso de la fuerza se realizó “de forma proporcionada” y de acuerdo con las “reglas de enfrentamiento”, denominadas Roes, “sin poner en peligro en ningún momento la vida de civiles”. A diferencia de la emboscada del domingo, que se produjo en pleno casco urbano de Diwaniya, el enfrentamiento de ayer tuvo lugar en las afueras de la ciudad, en una zona relativamente deshabitada, lo que explica, según fuentes del contingente, que los militares empleasen todo su armamento, incluido el de menor precisión.
Los seis muertos de ayer elevan a ocho el número de iraquíes que han perdido la vida en Diwaniya por disparos españoles en menos de 24 horas. El domingo, una patrulla fue atacada después de que la explosión de un coche bomba la forzara a detenerse. Los militares españoles repelieron el ataque y dieron muerte a dos iraquíes. La escalada de incidentes armados se produce en pleno relevo entre la Brigada Plus Ultra II, desplegada en Irak desde diciembre, y la Unidad del Repliegue del Contingente Español, cuya misión es preparar la retirada “en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles”. Hoy viajarán a Kuwait los últimos efectivos de la Unidad de Repliegue, con un fuerte componente de ingenieros, y mañana regresarán a España los últimos 250 de la Brigada Plus Ultra. Estados Unidos ya se ha hecho cargo de la base de Najaf.
En Italia, el gobierno y la oposición cerraron filas “frente al chantaje terrorista”, después de que los captores de los tres italianos secuestrados lanzaran una nueva amenaza de muerte vinculada con un ultimátum. Según un video emitido por la televisión Al Arabiya, los secuestradores amenazan con matar a los tres rehenes, Salvatore Stefio, Umberto Cupertino y Maurizio Agliana, como ya hicieron con un cuarto, Fabrizio Quattrocchi, si en cinco días los italianos no se manifiestan públicamente contra la política de su país en Irak. Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano, prefirió guardar silencio y convocar una reunión de urgencia con sus ministros de Exteriores, Interior y Defensa. El dirigente de El Olivo, Pierluigi Castagnetti, afirmó: “La oposición está en contra de la guerra en Irak, pero no puede dejarse imponer la agenda política de los secuestradores, no aceptamos de ningún modo sus imposiciones, seguiremos nuestra agenda política al margen de sus dictados”. Por lo menos once extranjeros continúan desaparecidos o retenidos por sus secuestradores en Irak.
El portavoz del dirigente Muqtada al Sadr instó a todos los musulmanes de Irak a defender la ciudad santa chiíta de Najaf “con los medios que consideren apropiados” si las fuerzas estadounidenses intentaran entrar en ella. Por su parte, Al Sadr dijo en declaraciones a dos diarios italianos que “Estados Unidos puede eliminarme, pero Irak se convertirá en un infierno”. Entrevistado por los diarios La Repubblica e Il Messaggero, el religioso, que se encuentra refugiado en Najaf, añadió: “Estamos listos, somos como leones, los despedazaremos si osan atacar esta ciudad santa”.
Soldados estadounidenses y milicianos chiítas de Al Sadr se enfrentaron ayer por la noche en la entrada de Kufa. Ocho rebeldes iraquíes y dos soldados estadounidenses murieron en combates en Faluja. Dos militares norteamericanos que pertenecían a una unidad que busca armas de destrucción masiva iraquíes fallecieron a causa de una explosión cuando registraban un laboratorio en Bagdad por la sospecha de que ocultaba un laboratorio clandestino de “munición química”. En Faluja se reanudaron los enfrentamientos entre rebeldes sunnitas y tropas estadounidenses, pese a un acuerdo de alto el fuego. En los combates murieron al menos dos marines y otros ocho fueron heridos. Además, la sede del batallón de El Salvador en Najaf fue atacada y un soldado salvadoreño resultó herido. La caravana del presidente búlgaro, Gueorgui Parvanov, quien realizó el domingo un viaje por sorpresa a Irak, fue atacada mientras viajaba a la base del batallón en la ciudad chiíta de Kerbala.
A todo esto, una página de Internet islamista publicó un comunicado atribuido al jordano Abu Mussab al Zarqaui, reivindicando los ataques suicidas perpetrados el sábado contra terminales petroleras del sur de Irak. Las exportaciones de crudo se restablecieron ayer.