EL MUNDO › ENTRE LA ECONOMIA Y EUROPA
Un “Cavaliere” que se rompe en pedazos
Por Vanessa Lerin *
Desde Milán
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, “Il Cavaliere”, se enfrenta a una posible ruptura de su coalición. Berlusconi llamó el jueves a la unidad y la estabilidad, tras comprobar que los socios de su coalición exigen cada vez mayor papel a cambio de apoyo. La Alianza Nacional de Gianfranco Fini, que logró el 11 por ciento de los votos en las elecciones europeas, quiere tener mayor voz en los asuntos económicos y está contra la rebaja de impuestos prometida por Berlusconi. Y la UDC –los democristianos de centro– quiere parar la deriva federalista. “La monarquía de Berlusconi ha terminado”, dijo el líder de la UDC.
Tras las elecciones europeas, regionales y municipales parciales, en las que Forza Italia, el partido de Berlusconi, perdió cuatro millones de votos, la coalición se resquebraja. “Lo más importante es que en esta nueva fase demos a los italianos estabilidad en el gobierno”, aseguró Berlusconi, que intenta frenar la crisis. “Sólo con estabilidad podemos lograr que los italianos entiendan los problemas a los que nos enfrentamos”, aseguró el primer ministro. La Casa de las Libertades, la coalición formada por Forza Italia, Alianza Nacional, UDC y la Liga Norte, está a punto de derrumbarse, después de la tormenta que está sufriendo la economía.
Ha habido avisos serios: el descenso en la clasificación de la agencia Standard and Poor’s, las promesas que ha tenido que realizar Roma ante la UE de reducir el gasto público en 7500 millones de euros para equilibrar el déficit y la salida del ministro de Economía, Giulio Tremonti, del gobierno italiano por los enfrentamientos en la coalición. Berlusconi asumió esta cartera y provocó un nuevo disgusto a la coalición. El gobierno discutirá hoy esos polémicos recortes y el domingo la coalición completa se reunirá para intentar llegar a un acuerdo.
Las malas noticias económicas han contaminado el escenario político. Marco Follini, el secretario de la Unión de los Demócratas Cristianos, declaró que “la monarquía de Berlusconi se ha terminado”, haciendo clara alusión a la pérdida de fuerza del partido dominante de la coalición. Follini lanzó un ultimátum a Berlusconi por el que, si no cumple una serie de condiciones, su partido romperá la coalición y saldrá del gobierno. La fecha límite es el próximo 16 de julio. Si esto ocurriera, La Casa de las Libertades seguiría manteniendo la mayoría en el Parlamento, lo que no ocurriría en el Senado.
En una reunión que mantuvieron el jueves Berlusconi, Gianfranco Fini (AN) y Follini, el Cavaliere advirtió al secretario de la UCD que un segundo después de que anuncie su retirada del gobierno, él hará lo mismo y “vamos directo a las elecciones. Toda la culpa será tuya”. El ministro de Asuntos Sociales, Roberto Maroni (Liga Norte), dijo no entender qué fines perseguía la UDC al dar este ultimátum al gobierno: “La reforma federalista se hace y no se discute”. Precisamente este y otros temas son los que la coalición tendrá que afrontar en la reunión de mañana, que ha sido propuesta por el vicepresidente Fini. Las tres mesas de discusión serán la política, la reforma económica y la reforma del Estado.
Paolo Mezza, portavoz de Follini, declaró a este diario que si no se cumplen estas condiciones “seguramente habrá una crisis de gobierno real”. Las primera de las exigencias que la UDC pide a Berlusconi es que sea nombrado lo antes posible un ministro de Economía. Según Mezza, “que Berlusconi haya ocupado este cargo es un error, sobre todo con la difícil situación económica por la que estamos pasando”. También dijo que la UDC estaba totalmente a favor del nombramiento de Mario Monti y que no hubo acuerdo entre él y Berlusconi. Según el portavoz de Follini, “la economía italiana tiene que prestar más atención al sur, a los pobres y tiene que proteger el núcleo familiar, algo que se puede y se debe mejorar”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.