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El gobierno de Estados Unidos lanzó ayer una advertencia a Manila para que no cediera ante los secuestradores que retienen a un rehén filipino en Irak y que exigen que retire sus fuerzas del país árabe de inmediato. La advertencia llegó mientras se informaba que otro rehén, un búlgaro, había sido ejecutado por sus secuestradores.
El grupo Brigada de Jaled bin al Walid, vinculado al Ejército Islámico de Irak, del terrorista Abu Musab al Zarqawi, exige la retirada de los 51 soldados y policías filipinos de Irak antes del 20 de julio, amenazando con decapitar al camionero Angelo de la Cruz, que fue secuestrado hace una semana, si no lo hacen. El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo: “Tomamos nota de las declaraciones y estamos decepcionados de ver expresiones como esas mientras que Irak está peleando por la estabilidad y la paz”. Esta declaración fue hecha después de que un funcionario filipino expresara que Manila retiraría “lo antes posible” sus tropas de Irak. Por su parte, el gobierno iraquí pidió ayer a los estados con tropas desplegadas en su país que no negociaran con los secuestradores.
Paralelamente, en una entrevista telefónica desde Bruselas para la radio búlgara Darik, Solomon Passy, canciller de Bulgaria, dijo que discutió el problema del secuestro de los búlgaros con representantes de las centrales de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica en Bruselas. “Ni la UE ni la OTAN elaboraron hasta ahora una política común a aplicar en situaciones similares”, señaló, pero pocas horas más tarde un grupo ligado al supuesto terrorista jordano Abu Musab al-Zarqaui reivindicó la muerte de uno de los dos ciudadanos búlgaros que mantenía secuestrados en Irak, y amenazó con ejecutar al otro en un plazo menor a las veinticuatro horas, según informó la cadena de televisión qatarí Al Yazira.