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La pelea es entre petroleras, pero el tiro por elevación fue para el Gobierno. Shell volvió a cruzarse con Repsol YPF, esta vez por escrito, polemizando sobre el aumento del gasoil y los argumentos que la empresa española utilizó para justificarlo. Fuera de escena, la queja de la empresa anglo-holandesa es por la actitud del Gobierno, que cuando Shell aumentó los precios expresó que “hay empresarios que se están portando mal” y ahora, que aumentó Repsol, ha guardado un notable silencio. Las importaciones de gasoil ascendieron a 336 millones de litros durante el primer semestre, excusa utilizada por las empresas para incrementar el precio pese a que, en el mismo período, el país exportó 379 millones de litros del mismo combustible. La inédita polémica entre las dos multinacionales pone de manifiesto que la fijación del precio de los combustibles está lejos de ser el resultado de la puja en un mercado competitivo.
Shell y Esso incrementaron el gasoil a mediados de mayo, cuando no estaba vigente ningún acuerdo entre productoras de petróleo y refinadoras y el precio internacional del crudo superaba los 41 dólares el barril. Una semana después, el Gobierno acordaba con las dos principales petroleras integradas (desde la producción en yacimiento a la comercialización de derivados), Repsol y Petrobras, atar los precios locales al valor internacional menos las retenciones a la exportación. Como los precios en el mercado mundial estaban en un máximo histórico, los firmantes supusieron que tenderían a bajar. Pero no fue así, hasta ahora. El gasoil de ambas sufrió en las últimas horas ajustes del 2,5 al 2,7 por ciento, alineándose con los precios de Shell y Esso, que habían aumentado dos meses antes.
En cambio, las naftas, cuyo costo de refinación sufre el mismo impacto que el gasoil por el aumento del crudo, no aumentaron ni aumentarán en lo inmediato, según coinciden fuentes de distintas empresas. La justificación es que las refinerías generan excedentes sobre la demanda interna de naftas, mientras que para abastecer la demanda de gasoil hubo necesidad de importar en los últimos meses. De allí que tanto Repsol como Petrobras hayan expresado, en sus respectivos comunicados, que los aumentos se debieron al aumento en la ecuación de costos por efecto de la importación.
Sin embargo, Shell refutó esos argumentos; en particular, los de Repsol. Según los datos que suministró la empresa, en base a información obtenida en Aduana, durante el primer semestre el país importó 336 millones de litros de gasoil, de los cuales el 26 por ciento corrió por cuenta de Esso, 24 por ciento por Petrobras, 18 por ciento por Vitol (mayorista que le vende a estaciones sin bandera), 12 por ciento por Shell, 10 por ciento por Rhasa y tan sólo 5 por ciento por Repsol YPF (16,5 millones de litros, en este último caso). En el mismo período, consigna la petrolera angloholandesa, Argentina exportó 379 millones de litros de gasoil, todos a cargo de Repsol YPF. Según Shell, el argumento de “la importación a pérdida” no es igualmente válido para todos.
La “guerra de comunicados” entre Repsol y Shell está desnudando las diferencias entre una y otra frente a la suba mundial del crudo. La española ocupa una posición estratégica en el mercado local: controla la producción y tiene una posición dominante en la refinación y comercialización. Shell, en cambio, depende del crudo que le compre a Repsol, a otros productores que son a la vez exportadores, o del que importe. A falta de regulación de precios, el costo finalmente lo seguirá pagando el usuario.