EL MUNDO › EN COINCIDENCIA CON EL SENADO, LA CAMARA BAJA CUESTIONA AL EJECUTIVO
Diputados contra la condena a Cuba
La Cámara baja aprobó un pedido para que el gobierno se abstenga de votar contra Cuba en Naciones Unidas. Si insiste con la condena, el presidente Duhalde desobecerá al Congreso que le otorgó el cargo.
En la extensa sesión de la madrugada de ayer, la Cámara de Diputados aprobó un pedido al gobierno de Eduardo Duhalde para que se abstenga de votar en contra de Cuba en la ONU. El proyecto ya tenía media sanción del Senado así que la semana que viene, cuando Duhalde ordene apoyar una iniciativa de Uruguay que condena la situación de los derechos humanos en la isla, habrá desobedecido una disposición del mismo Congreso que lo designó Presidente hace cuatro meses. “Votar contra Cuba a espaldas del pueblo argentino y de sus instituciones democráticas constituiría un injustificable e ilegítimo acto de soberbia”, respondió a Página/12 el embajador cubano, Alejandro González Galiano.
El proyecto fue redactado y defendido por el diputado justicialista Jorge Obeid. “Cuba es y ha sido un país amigo de la Argentina ¿Por qué se condena a Cuba y nada se dice de los civiles muertos por los bombardeos en Afganistán?”, sostuvo en el recinto el ex gobernador de Santa Fe. En el largo debate hubo lugar para todas las posturas. El frentista José Vitar opinó que dado el origen de mandato de Duhalde “cualquier decisión de desoír la voz del Parlamento es ilegítima”. Para el radical Edgardo Grosso el gobierno cubano es un “fascismo de rostro amable” pero se mostró contrario a votar una resolución sólo porque lo pide Estados Unidos.
Finalmente, la iniciativa contó con el apoyo de casi todo el recinto y sólo se opusieron los cavallistas, los liberales y los provinciales.
Si la declaración aprobada por el Parlamento no consigue hacer recapacitar a Duhalde, la Cancillería argentina junto a la de un grupo de países americanos votará en la Comisión de Derechos Humanos en las Naciones Unidas un proyecto con texto suavizado –si se lo compara con el de años anteriores– pero que no deja de ser una condena. La iniciativa fue presentada por la diplomacia uruguaya, país que también pugna por acercarse a los Estados Unidos luego de la debacle de la economía argentina. El texto reconoce los avances cubanos en materia de derechos sociales pero lo hace sólo para contraponerlos al retraso que experimenta en cuanto a los derechos cívicos. También pide que Cuba acepte que la comisaría de derechos humanos de la ONU, Mary Robinson, envíe un inspector a fin de que elabore un informe y abra la discusión para el 2003.
“Cuba no acepta textos duros ni textos blandos”, salió al cruce ayer el embajador cubano en Buenos Aires. “Cuba no reconoce autoridad moral a nadie para cuestionarla en materia de derechos humanos y menos aún a aquellos gobiernos que han resultado incapaces de garantizar el pleno disfrute de tales derechos a sus propios pueblos”, agregó.
Dado las fricciones de años anteriores, el gobierno de la isla se preocupó en destacar la actitud favorable a Cuba que perciben de parte del pueblo argentino y el gesto que tuvieron los legisladores de casi todos los partidos políticos. “Cuba agradece este acto digno, soberano y solidario del Congreso argentino”, expresó González Galiano.