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Las empresas petroleras manifestaron ayer su preocupación frente a la creación de un Impuesto Complementario a los Hidrocarburos planteada por el presidente de Bolivia, Carlos Mesa (foto) en el proyecto de Ley de Hidrocarburos, al advertir que “afecta el desarrollo” del sector. Mesa proyecta nuevos ingresos a partir de este nuevo gravamen. “Si se aprueba como está planteada la ley, a Bolivia ingresarán adicionalmente, sin vender una sola molécula de gas más de la que ahora se está vendiendo, 90 millones de dólares, y en el mes siguiente, sólo después de la aprobación de la ley, ocho millones y medio de dólares adicionales”, destacó el presidente Mesa. En contraste, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos consideró que “la propuesta impositiva, principalmente, complica la producción de los campos actuales y la realización de los grandes proyectos gasíferos”. En tanto, el ministro de Hidrocarburos, Guillermo Torres, negó que este argumento sea válido. El pasado 18 de julio, los bolivianos aprobaron el referéndum sobre el gas propuesto por Mesa, dando vía libre a la exportación y a la recuperación de los hidrocarburos en “boca de pozo”.